𝔽𝕠𝕣 𝕍𝕒𝕝í ●●McLennon●●

1

Nota: Importante prestarle atención a esto. Es una mousque-herramienta misteriosa.

La mansión Valí es, a la vista de cualquier habitante local, una de las más tenebrosas casas que jamás hayan podido existir. Y ciertamente esta descripción era acertada — aunque estas personas en su vida habían conocido algo peor, mejor que nadie sabían la clase de cosas que allí sucedían— Simplemente la casa tenía una historia de respaldo lo suficientemente misteriosa como para acreditarle toda clase de males.

A todo esto, cabe resaltar, que la mansión Valí es una estructura algo reciente; La casa fue construida en 1943, su dueño "Lord Valí"
—Nombre con el se autoproclamó— compró el terreno donde ahora yace la mansión, rodeado de entero bosque a un par de horas de Liverpool. El hombre, nuestro Lord Valí, era bien conocido por su peculiar extravagancia y sobre todo su paranoia, todos sabían que esa casa estaba llena de pasadizos entre las paredes, pasadizos que —Al parecer, y según los planos—
tan solo llevaban a otras alas de forma mas rápida. Lord Valí presumía que él provenía de una familia de alta alcurnia, muy probablemente cierto, siendo que tenía el suficiente dinero como para costear una obra arquitectónica como esa. De una manera u otra, todo lo que rodeó a este burgués era misterioso, tanto es así que ha día de hoy no hay una descripción exacta de su apariencia. Algunos decían que era un hombre viejo de nariz perfilada, complexión liviana y cachetes hundidos, mientras que otros lo describían como un treintón bastante alto, de cabellos pelirrojos y nariz grande.

Este Lord siempre daba de que hablar, no había duda.

La mansión Valí es una estructura gigantesca, fácilmente, si hablamos de tamaño, abarcaría una cuadra entera —Si no es que más—, contaba con cuatro pisos, y su decoración era tan simple y geométrica que podía causar escalofríos. A primera instancia cualquiera pensaría que la mansión era una obra negra, pero no, ese tono grisáceo de las paredes era intencional, y con el pasar del tiempo el desgaste de la superficie había dejado manchones marrones y musgo creciendo sobre sus paredes.

Ahora, lo único que quedaba de Lord Valí era, como no, su curiosa mansión y los relatos de los mas viejos, quienes contaban sus recuerdos infantes respecto al hombre. Todos los niños —Y algunos adultos— Le temían, decían que era el mismo demonio ¡O un maldito brujo! Acusacion que era sustentada con las diversas cabezas de ganado encontradas muertas de maneras no solo extrañas, sino, grotescas, en los alrededores.

Aun peor fue la misteriosa desaparición de Lord Valí; Corría el año de 1946, la guerra había llegado a su fin y todo parecía ser mas alegre en la sombría Liverpool. Sin embargo, el bizarro muchacho que se atrevía a llevar el periódico a la mansión se percató de algo, y es que durante tres días todos los periódicos que había dejado aun permanecían en la entrada. Nada tonto, el chico se preocupo, sí ¡Se preocupo por el demonio! Lord Valí nunca se perdía las noticias, quien lo conocía lo sabia, su paranoia política sencillamente no se lo permitía. El muchacho terminó llamando a la policía, quienes al entrar, se percataron de que la casa estaba limpia, pulcra, impecable. Todo normal, excepto la ausencia del propietario.

Curiosamente, a menos del semestre de la extraña desaparición, gente que decia ser familia de Lord Valí logró reclamar la casa como suya. Supuestamente eran sus sobrinos, les dijeron a todos que su tío padecía esquizofrenia y que no sabían donde se había metido.

Y así pasaron los años, la casa se quedó sola, sin nadie en ella y es que todos tenían miedo de entrar. Por las noches se decía escuchar a un bebé llorar o los pasos de un niño corretear por allí, algunos otros decían que lobos enormes habitaban la zona, lobos tan grandes que eran equiparables a burros. Gracias al enigma de la casa varios grupos religiosos —Sectas— solían reunirse en medio del bosque, se decía que ofrecían tributo al diablo con sus mismos integrantes, ya que creían que el espíritu maligno que acompañaba a Lord Valí se había quedado allí, puesto que nunca dejó de aparecer ganado mutilado.
Aveces, las personas que iban por aquellos rumbos terminaban desapareciendo, eso sí, nunca encontraban sus cuerpos, por lo que los casos quedaban abiertos y todos terminaban diciendo que tan solo era gente que escapaba y dejaba atrás sus deudas. El camino fácil.