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El joven John estaba de camino a la facultad.

Con la mirada algo cansada —producto de haber trasnochado— observaba como iban quedando atrás todos los árboles del bosque. Habían pasado días desde que el chico se había mudado, aunque todavía no se podía acostumbrar al nuevo entorno y es que no sabía que odiaba más; Tal vez "Despertar a las cinco de la mañana para asistir a la escuela" o "Parecer un niño de papi, ya que era escoltado hasta la entrada".

Alfred había perdido toda confianza en John, y el muchacho estaba consiente. Ahora ya no podría dar un paso sin que su papá tomará nota e hiciera papeleo. El joven Lennon era llevado y recogido del colegio a predeterminadas horas, y de no estar a tiempo, el castigo recaería en su mesada o diversas tareas domesticas. O inclusuve ambas.

Simplemente el chico no podía enteder que la correa tan corta impuesta por su mismo padre se trataba de una muestra de amor. Alfred no quería dejar que su hijo se hundiera en sus malas mañas o fuera alcanzando por sus malas decisiones. Sin embargo el temor del patriarca era mayor al recordar a su fallecida esposa, al amor de su vida, Julia Lennon. John era igual a Julia y John amaba como loco a Julia. Todos sabían que una buena parte de las actitudes de John se debían al dolor de la partida.

Era un chico lastimado, pero Alfred no se dejaba doblegar; "¿No hay nada peor que la compasión, verdad?". El hombre tiraba por la borda sus sentimientos... Y no era el único, porque John hacía lo mismo.

Cuando John llego al instituto, sus mejores amigos, George y Stuart, ya lo estaban esperando. El muchacho de pecas vestía con una camiseta blanca y pantalones claros de mezclilla, al chico le encantaba pintar y esa era la ropa que podía permitirse ensuciar. George, por su parte, llevaba puesto el uniforme —Al igual que John— el cual consistía en un traje negro y una corbata de rayas roja.

La escuela a la que John asistía era de proporciones enormes, la entrada era decorada por un umbral beige adornado con ladrillo y justo en la puerta, un guardia de nombre "Johan" era quien vigilaba las entradas y salidas de los muchachos. Cabe resaltar que esta escuela estaba dividida en dos partes, una de hombres y la otra de mujeres. Si bien, John era muy conocido por sus recurrentes conquistas ahora era doblemente vigilando por los mismos profesores, quienes constantemente encontraban señoritas llorando en los baños producto de un corazón roto.

"¿Como podría describir a John Lennon?" Era la pregunta que el director le había hecho a Alfred semanas atrás.

"Es un fanfarrón, egolatra, perezoso, austero  y todo un patán con las estudiantes. No tiene oficio ni beneficio" Sentenció el director.

"Se le olvido decir que es muy guapo"  Agregó John.

Alfred miro a su hijo con sumo enojo y desde ese día todo cambió para el castaño. Había lanzado la gota que derramo el vaso. Suficiente como para hacer arder en cólera a su padre.

Alfred en su juventud había sido marin y amenazaba constantemente a John con mandarlo a la escuela militar. Al principio el joven se mostraba temeroso, él sabía que las novatadas en el ejercito eran de las mas pesadas y al entrar estaría justo en el fondo de la cadena alimenticia. Aunque con el tiempo también comenzó a pensar en que fácilmente podría alcanzar la cima de esta cadena, después de todo, John confiaba en su astucia.

Volviendo al tema, el único momento que John tenía para apreciar la belleza femenina  que tanto le encantaba era a la hora de entrada o de salida, y recurriendo a la vieja técnica de los zapatos bien lustrados miraba por debajo de las faldas. Sería tonto decir que la muchachas no se daban cuenta, algunas si lo hacían y en lugar de enojarse movían un poco sus traseros para darle una mejor vista al chico.

𝔽𝕠𝕣 𝕍𝕒𝕝í   ●●McLennon●●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora