55

230 46 64
                                    

Coloqué imágenes de como se tendrían que ver Hakoon, Brenda y Jensen en el capítulo "rostros".

—¡Stuart no alcanza el cereal, Stuart no alcanza el cereal!— Se rió Aren y el de pecas lo reprendió con una punzante mirada.

—Sigue burlándote.— Masculló. —Sigue y verás las consecuencias.

El de ojos azules selló ambos labios y es que sabía muy bien como Stuart le cobraría aquella broma.

—Ya no te enojes, elfo.— Dijo con la cola entre las patas. — Toma, te ayudo.

Aquel peculiar par yacía en medio del pasillo de un supermercado. Ambos se encontraban en medio de una cita y esta cita se estaba convirtiendo en una de las favoritas del mas alto.

—Por eso no me gusta venir a comprar aquí.— Se quejó el bajito, mientras dejaba la caja en el carrito de supermercado. —Los anaqueles están mucho mas elevados y parezco idiota tratando de alcanzarlos.

—No eres idiota, cállate.

El rubio comenzó a empujar el carrito.

—Pero la gente se burla.— Gruñó.

Entonces, Aren se frenó al escuchar tal declaración.

—¿Ya no quieres que te diga elfo, elfo?

—Tú me lo dices de cariño y eres mi novio.— Respondió. —Generalmente, los demás lo usan como insulto.

Aren hizo una mueca de desagrado. A Stuart no le gustaba que él lo protegiera y pese a saber que el de pecas era lo suficientemente capaz como para arreglárselas por sí mismo, el hecho de no poder intervenir constantemente aturdía su cabeza

—Falta pimienta.— Murmuró Sutcliffe, a la par que tachaba la lista que llevaba consigo.—¿Tu madre hará de comer el día de hoy, no es verdad?

—Así es.— Respondió el rubio. —Hoy papá regresa a casa y esto es como una comida de bienvenida.

—¿Y qué hará de comer?

—Carne marinada y bacalao.

—Se escucha delicioso.— Respondió Stuart. —Espero que sea una buena tarde.

Desanimado, Aren comentó:

—No tanto, no vas a estar tú.

Si bien, a Stuart lo entristecía el hecho de no haber sido invitado, el problema resultaba ajeno a su novio. Thomas ni siquiera le había comentado del evento y es que la indiferencia de su amigo cada día se iba agravando. Sutcliffe estaba triste, pues no sabía como afrontarlo.

—Aren ¿Qué te había dicho? Es una reunión familiar, no tienen porqué invitarme.

—No quiero que te sientas menos.

Stuart refunfuñó gracias a las palabras de su novio, por lo que en seguida se dirigió hacia el rubio.

—Agáchate.— Le ordenó.

Las mejillas de Aren ardieron al sentir la calidez de un beso sobre la comisura de sus labios, una agradable sensación invadió su rostro y sonrojó sus mejillas.

—Deja de decir ese tipo de cosas, créeme que jamás te voy a reclamar nada se eso. Yo te quiero a tí y si tu familia no lo acepta, no afectará lo que siento.

—Es que quiero darte todo.

—Tan solo ámame, ¿Tú me amas?

—Mucho.

𝔽𝕠𝕣 𝕍𝕒𝕝í   ●●McLennon●●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora