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Spoiler de The Notebook/ Diario de una pasión.

Paul estaba acostado en el gran sofá de la sala principal, su cuerpo envuelto por un montón de cobijas lo hacían parecer una especie de burrito humano y a su vez, desde tal comodidad, el azabache presionaba los botones del control remoto para cambiar los canales del televisor.

El aburrimiento y desánimo de no tener la compañía de John lo mantenían constantemente malhumorado, por lo que había decidido en distraerse con aquel aparato y de este modo ignorar su soledad.

—¿Quieres té, cariño?— Preguntó Sorna mientras tomaba asiento justo a su lado.

—Sí, gracias.— Cuidadosamente tomó la taza entre sus manos, para después soplar al calor que emitía esta.

Paul continuó cambiando los canales sin encontrar alguno que realmente lo convenciera, es más, hasta los canales de caricaturas transmitían programas aburridos.

—Regresa al otro canal.— Pidió la mujer.

—¿Este?— Dijo.

—Sí, amo esa película. Es de mis favoritas.

—¿Es Inglourious Basterds?— Inquirió Paul. —Esa es la película favorita de John.

Ella bufó seguida de una risita.

—A John le gustan puras películas violentas.— Murmuró. —Esta película es de amor, mi vida.

El azabache hizo mala cara, debido a que en la pantalla solamente había dos ancianos conversando entre ellos. Nada interesante para su gusto.

—¿Puedo cambiar de canal?

—No puedes.— Respondió la mujer. —Mira, presta atención y veras que es una excelente película.

—Bueno.—Dijo entre dientes. —Tal vez me duerma...

(...)

—¡¿Fueron ellos todo el tiempo?!— Exclamó asombrado. —¿Noah era Duke?

—Así es. Él le contaba su historia de amor a Allie.— Respondió Sorna mientras limpiaba sus lagrimas.

—¡Amo esta película!— Chilló sonriente. —¡Es muy bonita!

En un aproximado de dos horas Paul había reído y llorado, muchas emociones en un metraje demasiado enternecedor y pasional. La película era más de lo que esperaba, eso fue lo mejor. Sumado a esto, la idea de vivir experiencias parecidas con John —Claro que sin estar separados demasiado tiempo— lo llenaba de sueños azucarados, dilatando a sus imaginativas pupilas.

—Lo has dicho.— Sollozo ella. —Debe ser hermoso envejecer con alguien.

—Seguro que sí.— Dijo aún en las nubes.

Entonces, el azabache se percato del continuó llanto. Sorna aún no había parado de llorar y ahora, a diferencia de el par de lagrimas que Paul había derramado, estos insípidos sollozos lastimeros lo alertaban sobre algo, algo que no podía estar bien.
La mujer lloraba entrecortada, intentando cortar los lamentos entre profundos suspiros y exhalaciones pesadas.

—¿Qué tienes?— Preguntó sumamente preocupado.

Rápidamente se quitó las cobijas de encima para poder acercarse.

—¿Nana, qué tienes?

—Nada, Paulie.— Respondió mientras que limpiaba sus mejillas.  —Solo estoy sentimental.

—¿Por la película?— Inquirió. —¿Estas llorando por eso?

Ajá— Masculló. — Ya, no pasa nada, cariño.

𝔽𝕠𝕣 𝕍𝕒𝕝í   ●●McLennon●●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora