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Entre los líosos pasadizos, John iba arrastrando con sumo entorpecimiento al pesado pelinegro, quien todavía yacía inconsciente producto de los diversos golpes que hasta hace poco había recibido.

Por su lado, John todavía se hacía la pregunta "¿Cómo llegué a este punto?", ya que, por alguna extraña razón su mente le gritaba que su deber era ayudar a ese muchacho, a pesar de el susodicho lo raptó e intento matar. No obstante, el castaño se encontraba en medio de un gran riesgo al socorrer al azabache, quien muy probablemente, podría despertar.

Aproximadamente, durante diez minutos, el joven Lennon había recorrido los pasadizos sin encontrar alguna salida, y es que parecía haber sido llevado a algún extremo maltrecho  de la mansión Valí, ya que los pasillos se habían vuelto de mera tierra y roca gruesa.

Luego de un rato, llegó a un punto donde una luminosa luz a la distancia indicaba una salida al exterior; y para la buena suerte del castaño, estaba en lo cierto. Se trataba de una salida bastante amplia que asemejaba a la de una madriguera. Sin embargo, esta "salida" tenia una inclinación de algunos cuarenta y cinco grados, por lo que seria complicado salir con el pelinegro por allí.

—Maldición— Masculló John.

John, ingresó al terregoso agujero primero por los pies y con las manos iba halando del azabache, quien todavía no daba indicios de querer despertar.

—Puta madre, eres muy pesado— Se quejaba.

Finalmente, el castaño logro salir, encontrándose rodeado de puros árboles y a la distancia, aproximadamente dos kilómetros, llegaba a divisarse la inmensa mansión Valí.

Justo al salir, John se incorporó sobre sus dos piernas y con ambas manos tomó al azabache por los brazos, para así comenzar a arrastrarlo entre el fallecido follaje que cubría el suelo del bosque. Todo esto hasta llegar al umbral que daba entrada a la mansión, tan solo para así soltar al muchacho y comenzar a llamar a la puerta con desespero.

—¡Sorna! ¡Alguien! ¡Abran la puerta!

Nadie contestaba.

Entonces, el chico de cabellos negros soltó un quejido, señalando que iniciaba a recobrar conciencia.

—¡Abranme, es urgente! ¡Necesito ayuda!— Gritaba John.

Lamentablemente aquella casa todavía no contaba con timbre, y Alfred se olvidaba de colocarle uno.

—¡Por favor!

En eso, el joven Lennon sintió como su cuerpo se iba callendo hacía adelante, puesto que alguien había abierto la puerta.
Se trataba nada mas y nada menos que de su padre.

—¿Qué sucede?— Interrogó Alfred, algo consternado.

—¡Hay que llamar a la policía!

Fue allí cuando el hombre llevo su vista hacía a un lado, encontrando al desnudo, sucio y golpeado cuerpo del joven azabache.

—¿¡Qué demonios hiciste?!— Le gritó a John.

—Es complicado, papá. Debemos de llamar a la policía antes de que despierte.

El castaño intentó hacerse paso dentro, sin embargo, su padre lo detuvo.

—Yo no llamaré a nadie si no me dices que sucedió— Advirtió.

—¡Es que había un lobo y me atacó, pero luego no había ningún lobo y luego estaba él y él también me atacó, así que lo golpeé, pero no cedía! Así que lo arrastre hasta llegar aquí y luego salí de un agujero en la tierra!— El joven hablaba tan rápido que apenas y se le entendía.

𝔽𝕠𝕣 𝕍𝕒𝕝í   ●●McLennon●●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora