Unos cuantos rayos de luz se colaban por la ventana de aquella habitación y siendo perfectamente reflejados por el espejo del baño, estos iluminaban el rostro de Stuart. El joven Sutcliffe miraba su rostro lleno de pecas e intentaba percibirse a si mismo, quería reconocerse como el mismo muchacho de hace un día; sin embargo, lo único que llegaba a ver era un jovencito nervioso, tal vez asustado.
—¿Qué tanto haces, Stuart?— Preguntó Pauline desde fuera. —Apresúrate, ya casi me orino en los pantalones.
—Estoy lavando mi cara.
Stuart llenó sus manos con agua que caía del grifo y luego empapó su rostro con el frío líquido.
《No seas ridículo, no pasará nada》. Se alentó.
Cuando el muchacho bajó las escaleras y se despidió de sus padres, procedió a caminar rumbo al colegio.
El viento se había vuelto gélido, ese ya no era el frío del otoño, pues hasta los ojos se le cristalizaban y sus cartílagos habían adquirido un tono colorado. Stuart, aparte de su habitual uniforme, llevaba algunas remeras de manga larga bajo la camisa oficial del colegio y en su cuello iba envuelta una bufanda que cubría su nariz.Durante el trayecto reflexionó sobre su vida, o por lo menos en el rumbo que había adquirido en los últimos meses.
Por fin había entendido que, mucho antes del incidente en el patio escolar, John ya no le gustaba; solamente le atraía y hasta había conseguido una probada del castaño aquella tarde de verano. No obstante, si él mismo había podido superarlo, ¿Entonces por qué John no lo hacía? Incluso en un inicio se mostró indiferente a sus sentimientos, ¿Su salida del clóset era el único detonante o había otro motivo? Ciertamente, ya lo tenía sin cuidado, entendible ante el desliz que Lennon había tenido la tarde anterior. Stuart no era ningún perro como para ser expuesto de esa forma, sacarlo del closet no era decisión de John y de absolutamente nadie mas, únicamente suya. Indignación y molestia eran unos de los tantos sentimientos encontrados que había traído consigo ese incidente.Cabe resaltar que, sorpresivamente, dejar de querer a John no había terminado con su mal de amores, para nada.
Al momento de llegar, el chico notó que John y George conversaban en la entrada. Aún molesto —Bajo todo su derecho— decidió pasar de largo e ignorar a su amigos de forma bastante obvia.
Thomas no estaba a la vista, por lo que al de pecas no le quedó de otra más que entrar a su respectivo salón de clases. Hubiera sido reconfortante tener el cobijo del bicolor; después de todo, en sus casi siete meses de amistad —Que parecían de toda la vida.— , luego de ser cuidado por Stuart, Tom intentaba invertir el papel.
—Buenos días.— Saludó Sutcliffe al percatarse que su maestro ya estaba adentro del aula.
—Tome haciendo, por favor.
Las pesadas e indiscretas miradas acongojaron al chico, quien rápidamente buscó un asiento al fondo. Los murmullos también se hicieron audibles. Stuart lo sabía muy bien, los chismes ahí se esparcían como chispa en pólvora.
—¿Necesitan contarme algo o por qué tanto cuchicheo?— Interrogó su maestro.
Un muchacho de apellido Slone, respondería:
—Recordamos algo. — Lo siguió una risa.
De una forma u otra, Sutcliffe, a lo largo de su vida, había logrado ser un chico respetable para el resto y pesé a su baja estatura, que llegó a ser motivo de burlas, jamás se había sentido intimidado.
Él solía ser un joven desinteresado, patán en ocasiones y ahora, la peor parte de descubrir su nuevo yo, era esa vulnerabilidad a la que se encontraba expuesto.
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𝔽𝕠𝕣 𝕍𝕒𝕝í ●●McLennon●●
RandomJohn se ha mudado como castigo; Lo que él no sabe es que un nuevo compañero, una casa misteriosa y un increíble descubrimiento, estan por cambiar todo lo que conoce... Inicio: 4-Enero-2020 Final: