Second Chance

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Dejamos a Stacy en el centro comercial para que fuera a su empleo de verano y nosotros aprovechamos para ir al pequeño parque de diversiones que estaba en el estacionamiento del mismo.

La idea fue de Tommy, que al ver la gigantesca rueda de la fortuna nos pidió a gritos que quería subirse. Entramos juntos al parque y los tres subimos a la rueda de la fortuna, no era tan alta pero podíamos ver la hermosa vista y Tommy estaba demasiado encantado.

—Me encantan las ruedas de la fortuna, mami.—dijo feliz mientras observábamos juntos la vista.

—No le digas a Mike eso porque te va a instalar una en el patio de la casa.—reí mientras le mordisqueaba la mejilla.

Miré a Luke porque hace rato que estaba callado, se encontraba observando el paisaje también, metido en sus propios pensamientos. Me quedé observándolo hasta que posó su mirada en mí y me sonrió.

—¿Estás divagando?.—asintió suspirando pesadamente.

—Cuando estaba en prisión conocí a un tipo que, le dieron cincuenta años.—habló mientras se mordisqueaba el labio.—Tenía una foto de su pequeño hijo, la llevaba a todas partes con él y casi todo el tiempo lloraba porque no podría verlo crecer, no lo vería tener a su primera novia, ni le prestaría las llaves de su auto para que la lleve al baile, no lo vería entrar en la universidad y tampoco asistiría a su matrimonio...—fijó la mirada en Tommy.—En ese momento no sabía que Tommy existía, pero me puse en los zapatos de ese sujeto y ahora que conozco a nuestro hijo, puedo comprender lo horrible que es no poder disfrutar de esas cosas, siento pena por aquel tipo y me siento afortunado yo...

—La vida te dio una enorme oportunidad de comenzar de nuevo y sólo ruego porque sepas aprovecharla correctamente. Antes no tenías un motivo que te mantuviera en el carril pero ahora tienes un hijo, que te adora y te necesita como a nadie en este mundo, eso que hiciste hoy, ayudarlo a perderle el miedo a los animales, fue muy hermoso...y puede que me tenga a mí y que le enseñe cosas pero también necesita de ti. Tommy no pudo haber tenido un mejor papá y aunque lo nuestro se terminará de la manera más abrupta no podía estar más feliz sabiendo que elegí a la persona correcta para ser el papá de mi hijo.—sonreí acercándome hasta él para acariciarle la mejilla.

—La vez que te vi en la escuela, con ese corto vestido azul, supe que serías la madre de mis hijos.—subió sus cejas varias veces y le golpeé suave la mejilla alejándome de nuevo de él para reírme.

—No pierdes la costumbre de cagar un momento lindo y emotivo para soltar una babosada.

—No puedo evitarlo, V.—soltó una carcajada y atrajo a Tommy hasta él para sentarlo sobre sus piernas.—Ya vamos por el primero...faltan cuatro.—dijo divertido mientras jugaba con Tommy y lo miré raro.

—¿De qué hablas?.

No dijo nada pero continuaba riéndose. Puse los ojos en blanco y lo golpeé con pie en la rodilla.

—¿Mañana Mike te va a volver a dejar sola?, es que quiero llevar a Tommy a un lugar y si te vas a quedar sola otra vez podrías acompañarnos.

—Mañana invité a Calum a mi casa.—dije obviando por completo su comentario tan desubicado.—Tal vez otro día.

—Ya...—asintió mirándome fijamente pero aparté rápido la mirada.

—Volvió hace unos días.—continué hablando mientras le evitaba la mirada por completo.

—¿A dónde fue?.

—Se fue a Canadá a estudiar.

—Que bien...—me volví para verlo y seguía mirándome del mismo modo que hace rato.—¿Tú por qué no fuiste a la universidad? Era de lo único que hablabas.—miré a Tommy y luego volví a verlo a él.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora