A Truce

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Me quedé un rato más hablando con Chris y poniéndonos al día con todo lo que pasaba en nuestras vidas. Él se había vuelto mi único amigo y confidente, confiaba en él más que en mi propia hermana porqué Lu se la pasaba reprochando todo lo que hacía, en cambio Chris decía siempre lo quería escuchar y hablar con él me hacía sentir mejor.

Además, si iba y le decía a Luna que seguía enamorada de Luke seguro dejaría a Tommy huérfano de madre.

No recibí mensajes de Luke avisándome que saldría con Tommy así que imaginé que seguía en casa. Lo confirmé cuando vi su camioneta aparcada en la entrada y aun lado estaba el auto de Mike.

—¡Mami!.—Tommy vino corriendo a recibirme y más atrás venía Psique persiguiéndolo.

Reí ante esa escena tan graciosa y cargué a mi bebé para darle besos en la mejilla y saludar a la perrita.

—¿Dónde están papá y Mike?.—se encogió de hombros.

—Están arriba.—señaló las escaleras.

Miré las escaleras por un rato y luego lo miré a él.

—Quédate aquí con Psique, ¿Sí?.—asintió y me dio un beso en los labios.

Dejé a Tommy en el suelo y subí las escaleras haciendo el menor ruido posible. Me quité los tacones para que no sonaran contra la madera y caminé hasta el estudio de Mike.

Podía escuchar sus voces mientras atravesaba el pasillo y me detuve frente a la puerta que estaba un poco entreabierta.

—¿Tan poca autoestima tienes que crees que vengo a robarte a Venus?.—se echó a reír.—Para empezar, el que se la robó fuiste tú si vamos al caso...

—Eres demasiado idiota, no hables de ella como si fuera un objeto de tu propiedad...yo no te quité nada.—Luke estaba de espaldas hacia la puerta pero podía ver a Mike, se veía demasiado afligido.—La perdiste por tus mismas estupideces. No tienes idea de lo mucho que ha sufrido esa chica por ti, de todo lo que ha tenido que soportar y se te hace entretenido venir aquí para desequilibrarla. ¿Acaso le has preguntado como hizo ese primer año que ella y Tommy estuvieron sin ti?.—cerré los ojos y apoyé mi frente de la madera.

—Sabía que te ibas a ir por ese lado.—negó entre risas.—Pero que considerado eres Michael. Siempre lo fuiste, regalándole cosas sin ningún interés...¿cierto?.—dijo con ironía.—Si sólo querías ayudarla con mi hijo ¿por qué no le diste dinero y ya?...de todas formas no es como si le hiciera falta porque yo puedo darle las mismas cosas a Tommy y no lo hice antes porque me ocultaron su existencia pero ya estoy aquí y no pienso irme, así que acostumbrate a ver mi cara por aquí más seguido porque mientras te sigas cogiendo a la mamá de mi hijo vas a tener que soportarme.

—Venus me importa, Luke...no creo que sepas lo que eso significa porque nunca supiste valorarla.

Odiaba esta confrontación, me sentía la manzana de la discordia. Yo no quería que ellos fueran rivales, tenía esa fantasía de que ambos pudieran llevarse bien, pero esa idea sólo se iba a quedar en mi mente porque ellos dos nunca iban a estar de acuerdo en nada.

Me puse los zapatos y entré al estudio para cortar con aquella absurda discusión que no los llevaba a nada bueno.

—Hola, cielo.—me acerqué para saludarlo con un beso en los labios actuando como si acabara de llegar.—Hola...—le sonreí a Luke y él hizo lo mismo.

—¿Dónde estabas hermosa?.—preguntó Mike y aparté la mirada de Luke para verlo.

—Salí a tomar un poco de aire y me encontré con Christian.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora