𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Bulletproof Love

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❝ 𝒀𝒐 𝒙 𝒕𝒊 𝒕𝒖́ 𝒙 𝒎𝒊❞
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Volvimos a nuestra casa pero no quise bajarme del auto. Todavía tenía miedo, ansiedad, angustia, sólo quería que todo esto terminara pronto.

Luke regresó al poco tiempo, me buscó ropa para que me cambiara y me ayudó a lavarme las manos con una botella de agua que había traído de la casa.

Aun tenía las manos manchadas de sangre y estaba evitando vermelas.

—Me quieres acompañar pero no puedes verte las manos llenas de sangre...—comentó mientras me las secaba con una toalla.—Deberías dejar que te lleve con Michael, Venus.

—No.—negué sosteniéndole la mirada.—Voy a ir contigo.

—Esto no es un juego.

—Lo sé Luke, estoy consciente, conozco las consecuencias y no me importa. No te voy a dejar solo.

—¿No entiendes que no quiero exponer tu vida?.—me señaló.—Si te llevo conmigo, voy a estar más pendiente de ti que de mi y no sé que tan feo se pueda poner. Necesito estar alerta y si vas conmigo no podré concentrarme.

—Yo me sé cuidar sola.—gruñó pasándose las manos por el cabello y se alejó de mi dándome la espalda.

—Eres imposible...

—¿Crees que voy a estar tranquila sabiendo que te vas a ir a quien sabe donde a enfrentarte con gente peligrosa?.—Lo miré mientras me daba la espalda.—No te voy a dejar solo voy a estar contigo hasta el final...hasta que la muerte nos separe.—dije eso a duras penas tratando de que la voz no se me quebrara.

Se giró hacia mi y nos miramos por un rato.

—Tú no tienes la culpa de todos mis errores y no veo justo que los estés pagando...

—Hace años que me enfrento sola con tus demonios.—me mordí el labio conteniéndome para no llorar.—Es mi decisión.—miré su arma y volví la mirada hacia él.—Enséñame a usarla...—arrugó la frente y comenzó a negar con la cabeza.

—Te volviste loca.—rió llevándose las manos a la cara.—Tienes que estar bromeando.

—No estoy jugando.—me crucé de brazos.—Enséñame a disparar. Si lo que te preocupa es que no sabré defenderme entonces enséñame.

—Tú lo ves todo como si estuviéramos en una película o no sé que carajos es lo que te pasa por la mente cuando te pones así de necia.—Espetó molesto.—No puedes pisar una cucaracha, ¿crees que puedes dispararle a alguien?.

—Si ese alguien quiere hacerte daño, sí.—respondí segura.

—No vas a ceder...¿cierto?.—elevé una de mis cejas.—¿Qué hice para merecerte?.

—Siempre he cuidado de ti...esta no va a ser la excepción.

Suspiró apoyándose del capot del auto pasándose las manos por la cara varias veces. Negó cruzándose de brazos y se quedó mirando un punto fijo en el suelo, por bastante rato.

—Tuve que enterrar a Hades en la playa...—musitó.—Cuando llegué y vi el charco de sangre...mierda.—hizo una pausa y alzó la cara para verme.—Creí que eras tú.—me sujetó por el mentón.—Estoy aterrado Venus...tengo miedo.—tragó espeso y negó.—Tengo miedo a perderte, a que te pase algo.

Acorté nuestras distancias y lo abracé aferrándome a él con todas mis fuerzas escuchando como su corazón latía a mil por hora.

Me dió besos por el cabello mientras me mantenía abrazada y lo escuché susurrarme un te amo.