𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Perfect Disaster

Claro que terminé pasando la noche con Luke. Hicimos el amor hasta que la luz del día comenzó a colarse por la ventana y me quedé en sus brazos, preguntándome que rayos estaba haciendo con mi vida.

—Dime que no te gusta estar así...—habló él luego de un rato de silencio y mimos.

—Me encanta.—levanté un poco mi cara que estaba apoyada en su pecho.—Tú me encantas.—le di varios besos en los labios.—¿Todavía te quedan energías?.

—Venus, ¿que más quieres de mí?.—negó lentamente y lo miré con malicia.

—Quiero ver cuantas erecciones puedes tener...—dejé un beso en su pecho y volví a mirarlo.

—¿Me quieres matar?.

—Sí.—asentí besando su abdomen y fuí bajando lentamente metiéndome bajo las cobijas.

—Ve...—no pudo terminar de pronunciar mi nombre porque comencé a lamer su pene.—Maldición...

Como dije antes, amaba sacarlo de quicio y lo podía hacer de tiempo completo sin aburrirme.

Su erección no tardó en aparecer y en serio me impresionó porque no creí que pudiera lograrlo. Saqué la cabeza de las cobijas para verlo sorprendida y él negó.

—Debería cambiarme el nombre a viagra...Venus Viagra Maxwell.—dije eso dándole pequeñas lamidas a su pene y él suspiró cerrando los ojos.

—Te juro que estoy a un orgasmo de morir.

—Te voy a succionar el alma.—empezó a reírse y gruñó de repente.

Volví a meterme debajo de las sabanas y continué con lo que había empezado, sus jadeos eran demasiado sexys y me sacaban una sonrisa cada vez lo escuchaba soltar una maldición.

—Eres la mejor en esto...—murmuró entre gruñidos apretando mi nuca.

Sabía que estaba a punto de correrse y aceleré los movimientos con mi boca mientras sujetaba su pene con una mano, me avisó que estaba por acabar pero yo continué ayudándome con la mano mientras que con la otra me encargaba de acariciar su torso.

Terminó de correrse y succione todo a mi paso disfrutando de su sabor. Salí de nuevo debajo de las sabanas mirándolo inocente y le mostré mi lengua para que viera que me lo había tragado todo.

—Maldita seas mujer...—negó aún conmocionado pasándose una mano por la cara.

—¿Me extrañabas?.—me acosté a su lado y le acaricié el cabello mientras admiraba su perfecto perfil.

—No tienes ni idea...—suspiró cerrando los ojos. Sonreí enroscando sus rizos en mi dedo.—Eres perfecta, Venus...—murmuró de nuevo.

—Perfecta porque acabo de chupartela...que original.—negué riendo y él abrió los ojos para verme.

—Eres perfecta para mi...es como si te hubiesen creado a mi imagen y semejanza.—asintió cerrando los ojos de nuevo, una sonrisa se le dibujó en el rostros y suspiró.—¿Crees que se hayan dado cuenta de que hay algo raro entre nosotros?.

—No lo creo...—pasé mi dedo índice por su nariz perfilándola y continué bajando mi dedo hasta sus labios.—¿Qué vamos a hacer, Luke?.

—Vente conmigo. Sabes que serías feliz aquí, que tu lugar es aquí junto a mi...Tommy, tú y yo.Esta casa no es un hogar sin ti...—dibujé sus labios con mi dedo y me quedé un rato haciéndole mimos hasta que noté que se había quedado dormido.

Se veía tan inofensivo cuando dormía, tan tranquilo y calmado. ¿Cómo alguien que luce lo más parecido a un ángel pueda provocar tantos problemas? ¿Por qué se me hacía tan difícil dejarlo ir?.