Ain't No Other Man

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Cenamos los tres juntos, Tommy se quedó dormido al rato y Luke me invitó a ver una película.

Yo sabía que era una de sus jugarretas para que se me hiciera tarde y tuviera que quedarme con él, sin embargo acepté porque al final no tenía nada mejor que hacer en mi casa y no quería estar sola.

No recuerdo haber terminado de ver una película hasta el final con Luke. Lo ultimo que hacíamos era ver la pantalla porque comenzábamos a besuquearnos y terminábamos teniendo sexo.

Esta vez no sería la excepción.

La película no tenía ni veinte minutos cuando ya Luke me tenía acorralada en su sofá, besándome como sólo él sabía hacerlo. El choque de nuestros labios y su dulce lengua moviéndose por mi boca me hacían sentir en el paraíso.

Le quité la camiseta para sentir su tersa y cálida piel y sonreí mientras paseaba mis uñas por los músculos de su bien trabajada espalda. No sé si se debía a que teníamos tiempo sin hacer el amor, pero todo en él se sentía diferente, sus besos, sus caricias y hasta sus movimientos.

Era como si se dedicara a hacerme el amor y su mente no pensaba en otra cosa más que en poseerme y eso me tenía fascinada porque si antes pensaba que cogía increíble ahora sentía que estaba en presencia de un dios sexual.

Habíamos puesto porno para recrear las escenas y recordar los viejos tiempos, pero ni siquiera le estábamos prestando atención, él y yo estábamos en nuestra propia película erótica y el video que habíamos puesto pasó a segundo plano.

—No me jodas, es imposible que haga eso...—negué al ver la escena que estaba en la pantalla y Luke apartó su cara de mi cuello para ver a lo que me estaba refiriendo.

—A ver...—miró la televisión y luego me hizo separar las piernas observando mi sexo.

—Parces mi ginecólogo.—me burlé y él se echó a reír.—Ni lo sueñes Luke, no vas a hacerme eso...

—¿Ni siquiera para probar si es posible?.

—No.—negué cerrando las piernas de nuevo.

—La Venus de antes no se habría negado...—se acomodó de nuevo entre mis piernas sujetando mis muslos y se inclinó hasta mis labios para darme besos.

—La Venus de ahora es más consciente de sus limites.—sonreí rodeando su cuello y comencé besarlo mientras movía mis caderas frotándome contra él.

—Extrañaba nuestra alocada y bizarra vida sexual.—habló contra mis labios y me separé de él para reírme.

—¿Bizarra?.—asintió rozando la punta de su nariz con la mía y me penetro lentamente. Cerré los ojos y apreté mis piernas alrededor de su cintura bajando mis manos por su espalda hasta dejarla en su jugoso trasero.

—Hacíamos cosas raras...—comenzó a moverse lentamente sujetándome por los muslos y asentí con una sonrisa mientras intentaba imitar sus movimientos con mis caderas.—Retos de internet.—dijo eso empujando con fuerza y gruñí apretando su trasero.—Charlar mientras te penetraba y tú tratabas de responderme con coherencia al mismo tiempo que gemías...—jadeó contra mi mejilla empujando su pelvis con más fuerza y gemí aruñando su espalda baja sin querer.

—Y si no te respondía bien, el castigo era hacer lo que tú quisieras y me hiciste disfrazarme de la power ranger rosa.—reí al recordar eso y subí mi mano hasta su mejilla atrayendolo a mis labios.

Nos movíamos lento, esta vez no teníamos prisa, queríamos alargarlo todo lo posible porque ninguno quería que esa noche acabara. Él me daba besos en los labios, el cuello, los pechos y se quedaba ahí un rato, lamiéndolos y besándolos mientras sus penetraciones se hacían más profundas y placenteras.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora