Death Sentence

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Estaba evitando a Luke a toda costa.

No lo había vuelto a ver desde aquel embarazoso momento en la playa, no respondía sus llamadas, ni sus mensajes. Cuando quería hablar con el niño, me enviaba un texto y yo lo llamaba y le entregaba el teléfono a Tommy.

Cuando venía a casa por él, le pedía a Norah que se lo entregara. No quería tener ningún contacto con él. Así fue por varios días y de a poco fui recuperando mi vida de antes, lejos de él, como debió ser siempre.

Me estaba quedando dormida en los brazos de Mike mientras le dibujaba figuras en el pecho con mi dedo índice y él me hacía piojitos en el cabello. Amaba acurrucarme en sus brazos después de hacer el amor, era mi propia nirvana.

—¿Qué te parece bora bora?...—mis sentidos volvieron a espabilarse cuando escuché su voz.

—¿Eso no está muy lejos?.—respondí somnolienta.

—Ese es el punto...—alcé mi cara para verlo y sonreí besando sus labios.

—Quiero ir a Bali.

—Un amigo de mi papá tiene un hermoso hotel allá, podríamos planear para irnos un fin de semana.—abrí los ojos de nuevo y fruncí el ceño.

—¿Sólo un fin de semana?.—negué mirando sus labios.—Oh no señor Clifford, un fin de semana no va alcanzar para todo lo que tengo planeado hacerle.

Michael se echó a reír y me atrajo hasta sus labios sujetándome por la nuca para besarme. Me fui acomodando sobre él sin despegarme de sus labios y él comenzó a pasear sus manos por mi cuerpo acariciándome despacio.

—Se me había olvidado algo...—rompió nuestro beso y acercó su mano hasta la mesita de noche para abrir la gaveta. Miré con curiosidad lo que estaba haciendo y fruncí el ceño cuando no logré descifrar lo que había sacado.—Creí que te gustaría esto.

—¡No puede ser, mi amor!—le quité los boletos de las manos y me senté sobre su abdomen para admirar los boletos de cerca y comprobar que no era una alucinación.—Iré a ver a Taylor Swift.dije sin poder creermelo.

Taylor era mi cantante favorita en todo el mundo y desde que me enteré que venía a Australia quería ir, pero estaba tan dispersa todos estos días que había olvidado comprar los boletos y cuando intenté hacerlo ya se habían agotado.

Me le arrojé encima de nuevo para llenarle la cara de besos y busqué sus labios besándolo apasionadamente.

—Esta es la parte en donde tenemos sexo otra vez.—dijo entre risas y asentí lentamente sonriéndole con malicia.

—¿Sabes quién se ganó un buen beso?.—mordí mi labio señalando su ingle y subí mis cejas juguetonamente, Mike siguió riendo y me acarició la cintura.

—Si eso conseguí dándote dos boletos, no quiero imaginar que obtendré con esto.—metió de nuevo su mano en el cajón y sacó dos pases V.I.P, creí que me iba a desmayar de la impresión.

—¡No inventes, Mike!.—chillé emocionada y le quité los pases para mirarlos de cerca y caer en cuenta de que era real.—¡La voy a conocer!.

Otra vez me le arrojé encima para atacarlo con besos y sólo podía escucharlo reír.

.....

Hace una semana que habíamos ido al refugio y Tommy se enamoró de un lindo gatito tuerto que acababa de recuperarse. Era un gatito siamés y estaba todavía cachorro, mi bebé y él hicieron click de inmediato.

Le pusimos Odin, por el ojito que le faltaba, la idea fue de Mike por cierto

Tommy estaba tan emocionado que por primera vez desde que Luke había vuelto no lo había nombrado. Se distrajo tanto con el gatito que toda su atención estaba fija en él.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora