Tattoed Heart

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Luke me dejaría en la casa de Calum, pero antes, me pidió que lo acompañara a un ultimo lugar.

Llegamos a un local de tatuajes y pensé que estaba demente cuando me dijo que se quería tatuar mi nombre pero que quería que yo lo hiciera.

Creí que era otro de sus chistes hasta que lo escuché hablando con el dueño del local que, por su puesto era amigo suyo.

—Esto es una locura, Luke.—negué cruzándome de brazos.—Te puedo lastimar, te quedará horrible. No.—me rehusaba a seguirlo en esta locura.

—Es como si hicieras tu firma, pero en mi cuerpo. No es nada del otro mundo.

—¿Y si luego nos separamos?.—alcé una ceja y él se encogió de hombros.

—Si nos separamos por algún motivo. Seguirás siendo la única en mi vida, nadie podría reemplazarte.—sonreí mirándolo a los ojos y sentí como mis mejillas se calentaban.—Estás tatuada en mi corazón.

—Mierda...—dijo su amigo mirando a Luke sorprendido.—Nunca pensé que tenías un lado cursi, Luke.—me eché a reír.

—Ni yo, esto es algo nuevo para mi también. No te creas.—miré a su amigo asombrada.—Está bien, aceptaré tus locuras pero si sale feo será toda tu culpa.

—Todo es mi culpa siempre.—dijo refiriéndose a su amigo.—Acabo de ser romántico delante de todo el mundo y ella caga el momento culpándome. Siempre hace lo mismo...arruina los momentos románticos.—negó haciéndose la victima con su amigo y yo lo miré completamente indignada.

—Mira Luke...—comencé a reclamarle pero me calló de inmediato robándome un beso. Me eché a reír rindiendome ante sus labios y terminé mordiéndolo para darle una lección.

Se tatuó mi firma en el pecho, en el lado de su corazón y para ser mi primer tatuaje había quedado bastante bien. Claro que no paré de molestarlo toda la noche con eso de que ya lo había marcado como las vacas y que era completamente mío. Ya no había marcha atrás.

Cuando me dejó en casa de Calum, no quería separarme de él. Cada vez que intentaba bajarme él me sujetaba de la mano y me atraía para besarme de nuevo.

—Ya amor, me tengo que ir.—reí contra sus labios pero me rehusaba a separarme.

—Cuando deje de escuchar que te tienes que ir, seré el hombre más feliz...—acarició mi pómulo con su pulgar.

—Eso lo dices ahora pero cuando te empieces cansar de mi pensaras "dios mío cuando me va a dejar solo", ¿pero que crees?.—me miró divertido elevando sus cejas.—Estás atrapado de por vida. Mi amarre funcionó—le mostré mi anillo mirándolo con malicia y soltó una carcajada.

—En que lío me metí, dios.—negó regalándome un par de besos.—¿Quieres que vaya por ustedes mañana temprano?.—suspiré bajando la mirada.—Hablaras con Michael esta noche, ¿no?.

—Sí...—respondí insegura.

Luke suspiró pesadamente y se alejó de mi apoyando su cabeza del respaldo de su asiento.

—No suenas muy convencida.

—No quiero lastimarlo, Luke. Ojalá pudieras entenderme.

—Claro que te entiendo Venus, pero imagínate...—miró hacia mi dirección.—No podemos estar así de por vida. Aceptaste casarte conmigo, ¿Piensas hacerlo a espaldas de Michael también?.

—¿Se puede?.—Luke gruñó golpeando el volante.

—¿Puedes tomarte algo en serio por primera vez en tu vida?.—lo había hecho enojar a proposito y por dentro quería reírme pero también me ofendí.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora