I Feel It Coming

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Estaba demasiado a gusto, me la estaba pasando muy bien y se lo debía todo a Luke. Quería agradecerle pero lo haría luego porque no quería que supiera que estaba haciendo las cosas bien y darle más alas a lo que sea que estuviera pasando entre nosotros.

Calum me sacó a bailar y luego Ashton y todos parecían demasiado preocupados por mí, queriendo que pasara un buen rato y eso me hizo sentir de nuevo importante para ellos.

Los chicos se fueron a bailar y me quedé con Luke en la mesa. No habíamos cruzados palabras esa noche más que para decirle que trago quería, no quise mirarlo pero sentía su mirada sobre mi y me puse un poco nerviosa.

Me puse a jugar con mi trago y cuando alcé la mirada pero verlo él me sonrió.

—Llevas muchos de esos mojitos...¿no?.—señaló mi vaso.

—Perdí la cuenta.—me encogí de hombros y bebí un sorbo.—Mira esto.—tomé la cereza, comiéndola y con mi lengua traté de hacerle un nudo al tallo.

Luke me miraba divertido y se reía por las muecas que estaba haciendo con la boca tratando de hacerle el nudo pero fue imposible. Me saqué el tallo de la boca y negué.

—Que vergonzoso, creo que perdí la práctica...en secundaría me salía perfecto.—arrugué la nariz.

—Tienes que sujetarlo con los dientes y luego darle la vuelta con la lengua.—me quitó el tallo para meterlo en su boca y no tardó ni un minuto cuando sacó su lengua para mostrarme el tallo con el pequeño nudo hecho.

—Vaya...tienes una lengua entrenada.

—Tú sabes más de eso que yo.—nos miramos de nuevo y me eché a reír.

—Aunque es muy asqueroso que te metas el mismo tallo que me metí yo en la boca. ¿Sabes cuántas bacterias hay en la boca humana?.

—Sí bueno...a puesto que hasta tus bacterias son bonitas y si me voy a contagiar con bacterias prefiero que sean las tuyas.—me eché a reír de nuevo y no sabía si mi humor tan alegre era por todo el licor que había ingerido o porque en serio me sentí feliz junto a él.—Compartiamos los chicles todo el tiempo, no creo que eso sea menos asqueroso.

—Tienes razón, nuestras bacterias ya están más que familiarizadas.—mi teléfono comenzó a sonar y lo saqué rápido de mi bolso, cuando vi que era Stacy entré en pánico pero me tranquilicé cuando vi la carita de Tommy en la pantalla.

—Hola mami.

—Hola, osito...¿qué haces despierto?.

—No quiero dormir, quiero esperar a que llegues.—se rascó los ojitos y bostezó.

—Hola, hijo.—Luke se sentó junto a mí para saludar a Tommy y la emoción de mi hijo fue tanta que hasta la cara de sueño que tenía se le quitó.

—¿Vas a venir por mi?.—preguntó con una sonrisa.

—Mañana, hoy estoy cuidando a tu mamá.—Tommy frunció el ceño y negó.

—Pero ella no es tu hija...—reí cubriéndome la boca con una mano.

—No, no es mi hija, es tú mamá y yo te pedí permiso esta tarde para sacarla a pasear.—miré a Luke por un momento y luego miré a Tommy.

—Bueno está bien...—asintió.—Pero no te voy a dar otro permiso.

—Lo sé.—Luke se echó a reír.—Ve a dormir que en un rato más te la devuelvo.

—Sí...adiós mami, te quiero papá.—los dos le lanzamos un beso y Stacy tomó el teléfono para despedirse y colgó.

—¿Ahora tú y Tommy hacen negocios?.—guardé mi teléfono y lo miré.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora