𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Oops...I did it again

Mi primera vez con Luke fue increíble.

Todo lo que llegué sentir esa noche seguía fresco en mi memoria. Cómo con cada movimiento sentía que estaba a punto de tocar el cielo, que no había nada más delicioso que eso. Mi primera vez fue maravillosa y cuando recordaba todas esas sensaciones, la piel se me ponía de gallina.

En ese momento no me di cuenta, creí que me había vuelto adicta al sexo porque lo que acaba de experimentar me pareció mágico y quería sentirme así toda mi vida.

Pero descubrí que no era simplemente que me gustaba el sexo, era adicta a Luke y sólo hasta que volví a hacer el amor con él luego de haberlo perdido por tres años, me di cuenta de ello. Nadie en este mundo me hacía sentir de esa manera y cada vez que estábamos juntos se sentía como mi primer orgasmo.

La realidad chocó contra mi cara cuando caí en cuenta de que nada de esto estaba bien, había terminado de cruzar la línea que yo mismo había dibujado y ahora no había vuelta atrás.

—Tengo que irme.—me levanté de la cama separándome de sus brazos y comencé a buscar mi ropa.

La culpa había llegado por mi y me sentía peor que antes. Ni siquiera pude ver a Luke a la cara cuando me estaba vistiendo. No habíamos estado una, ni dos veces...había tenido como cinco orgasmos esa tarde, no podía detenerme, habíamos caído en una especie de frenesí.

Y supongo que cuando lo hicimos la primera vez ya el daño estaba hecho y continúe porque si iba a engañar a Michael lo haría bien.

Al menos tenía lógica para mi en ese momento pero ahora que lo pensaba con más detalle me di cuenta de lo estúpida que era.

—¿Por qué no te quedas?.—lo miré por fin mientras me calzaba los zapatos.—Inventa cualquier excusa y quédate conmigo...te extrañé demasiado, Venus.

—No puedo...—negué acercándome hasta la cama y me incliné hasta sus labios para besarlo.—Esto fue una locura.

—No me digas que me vas dar el discurso de que esto está mal, de que no volverá a pasar y que se va a quedar entre nosotros...—bajé la mirada, no supe qué responderle.—¿Es en serio, Venus?, cogimos toda la maldita tarde, hace veinte minutos estabas gimiendo que te diera más y de repente tuviste un momento de lucidez y decidiste pensar que estaba mal.

—Me dejé llevar, Luke...

—Maldita sea.—gruñó levantándose de la cama apartando las cobijas con brusquedad y comenzó a vestirse también.—Dejarse "llevar"...—hizo comillas imitando mi voz—Es lo que pasó allá abajo cuando nos besamos...hacer el amor durante cuatro horas en veinte posiciones diferentes para nada es dejarse llevar mi amor.—dijo eso ultimo con ironía y me miró fijamente entregándome mi ropa interior.—Te encantó, sólo que eres demasiado cobarde para admitirlo.

—¿Y qué quieres que te diga?.—espeté arrancándole mi ropa interior de las manos.—¿Qué esperabas que pasaría luego?, iría por mis cosas a la casa de Mike, tomó a nuestro hijo y nos instalamos aquí contigo, todos felices como si nada pasó durante estos tres años.

—No quiero pelear contigo, V...—dijo más calmado.—No hoy cuando por fin te recuperé.

—Luke, las cosas no son tan sencillas. Te amo y eso lo sabes perfectamente, pero tengo una vida y no puedo abandonarla así como así.

—¿Y entonces qué harás?...¿Llegarás a tu casa y te acostarás con Michael para alivianar la culpa?.

—Pues...deberías darme ideas después de todo eras un experto en eso.—le dolió, ese comentario le dolió en el alma y lo noté en sus ojos.—Lo de hoy fue maravilloso, pero tengo que irme y pensar que voy a hacer con mi patética existencia.