The Only Exception

939 48 4
                                    


❝ 𝔚𝔥𝔞𝔱 𝔥𝔢𝔯𝔢 𝔰𝔥𝔞𝔩𝔩 𝔪𝔦𝔰𝔰, 𝔬𝔲𝔯 𝔩𝔬𝔳𝔢 𝔰𝔥𝔞𝔩𝔩 𝔰𝔱𝔯𝔦𝔳𝔢 𝔱𝔬 𝔪𝔢𝔫𝔡❞




—¿A quien llamaste?.—pregunté mientras lo observaba cargar su pistola.

—A unos amigos.—respondió mientras se guardaba el arma y me miró al fin.—Somos más así que...relájate.—me apretó la mejilla.

—Todavía tengo el susto atravesado.—me llevé una mano al pecho y lo escuché reír.

—En serio confías en mi, te dejaste caer así como si nada...

—¿Qué sentido tiene estar aquí contigo si no confiara?.—sonreí sujetando su mano que seguía en mi mejilla.—Acabemos con esto y volvamos a casa.

Asintió besando mis labios y abrió la puerta del copiloto para que me subiera. Lo vi rodear el auto se subió encendiéndolo para salir de ahí de una vez por todas.

En el camino me fue contando un poco acerca de todo ese mundo en donde estaba metido. Marcus era el hermano mayor de Tristan, ambos eran aliados de la mafia rusa y controlaban todo Sydney. Desde la policía hasta las grandes empresas.

La ciudad estaba dividida en dos bandos, el lado norte le pertenecía a Crook, otro pez gordo, como lo llamó Luke. Ambos bandos tenían problemas territoriales porque a pesar de que Marcus era dueño de la mayoría de la ciudad y le rendían pleitesía por miedo, el lado norte no era del todo suyo.

Marcus estaba muerto, pero Tristan seguía vivo y a pesar de que estaba en la cárcel aun tenía poder, sobre todo porque afuera tenía varios aliados, entre ellos, Bishop que poco a poco se fue convirtiendo en un peligro.

Luke tenía la teoría de que todo esto lo había planeado Bishop para sacar a Marcus del juego y él tener más poder. Sabía que si le decía a Tristan que Luke había sido liberado y que andaba por las calles regocijándose mientras él se pudría en un calabozo iba a conseguir su ira.

Bishop sabía que el único que se atrevería a desafiar a Marcus y asesinarlo sería Luke y con él fuera de su camino tenía más poder y se adueñaría de su territorio.

—Como te dije...es el equivalente a una rata de alcantarilla.—concluyó con su relato.—El maldito supo como joderme y le hice su trabajo sucio...otra vez.

—¿Y ustedes en que bando están?.

—Nosotros estábamos como en el limbo.—rió mirándome rápido.—Cuando Bishop era un gusano, estaba del lado de Crook, yo en ese entonces era su guardaespaldas y llegué a hacerle algunos trabajos a Crook, nos hicimos amigos y un día descubrí que Bishop estaba robándole dinero y mercancía, se lo dije a Crook y él estuvo agradecido por mi lealtad. El maldito de Bishop pudo escabullirse antes de que Crook lo cosiera a tiros y se resguardó con Tristan...—suspiró negando con la cabeza.—Yo ya no era su guardaespaldas pero ya estaba metido en las carreras...así que ya no podía irme.

—¿Cuantos años tenías cuando comenzaste a juntarte con ellos?.—pregunté mordisqueándome el labio.

—Dieciséis...—lo miré con tristeza y le acaricié el cabello.—Mi papá nos dejó cuando yo tenía once años y fue duro porque en ese momento mi mamá no tenía ingresos fijos y el dinero que el maldito de Andrew nos pasaba apenas alcanzaba para algo. Stacy y yo estudiábamos en la misma escuela privada en donde estudiaba Michael.—rió mirándome de nuevo.

—¿Estudiaste con Michael?.—lo miré sorprendida porque nunca supe de eso.

—Sí...era el niño tecnología.—rió de nuevo sin apartar la vista del camino.—No me caía bien porque siempre andaba presumiendo de todo lo nuevo que le compraban...—rodó los ojos.—Un día Andrew fue a la escuela y me emocioné porque creí que venía a recogernos y cuando vi a Michael subiéndose a su auto...—tomó una profunda respiración.—Ni siquiera nos miró a mi o a Stacy, ella se puso a llorar porque creía que Andrew nos había olvidado y tuvimos que esperar a mi mamá dos horas más porque ese día tuvo que trabajar horas extras.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora