Wedding Dress

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Resulta que si estaba embarazada, tenía casi un mes.

Pero yo no era la única, mi mamá también lo estaba del sujeto más increíble del mundo, que la trataba como una reina, nunca la vi tan feliz, ella se lo merecía, había pasado por tantas cosas y la vida le regaló una nueva oportunidad.

Sería una niña y la llamaría Sol. Me pareció un nombre muy bello, me confesó luego que así se llamaba nuestra abuela, a la abuela le gustaba mucho la astrología y por eso mi madre nos llamó de esa forma.

Mi hermana y Ashton se comprometieron, lo cual no fue sorpresa para nadie y menos para mi porque siempre supe que se iban a casar. Ellos si eran el uno para el otro.

Por primera vez, la vida le estaba sonriendo a las Maxwell.

Planear mi boda durante mi embarazo fue de las cosas más estresantes, mis cambios de humor constantes eran una pesadilla y el pobre Luke estaba al borde del suicidio.

A veces pensaba que en cualquier momento iba a recoger sus cosas y se iría con su madre.

-Preciosa, no llores.-se puso en cuclillas frente a mi tratando de buscar mi mirada.-No entiendo cual es el problema...si me explicas lo puedo arreglar, pero no llores nena.

-Es obvio, Luke.-dijo Stacy mientras me abrazaba.-Los manteles eran blancos y eso no es blanco.-escucharlo me puso peor y rompí a llorar de nuevo.-Tenías que darte cuenta.

-¿Qué?...si eso no es blanco, ¿entonces que mierda es?.

-Es hueso.-dijo obvia.-Eres un inútil que no sabe diferenciar entre los diferentes tipos de blanco.

-¿Pero yo que culpa tengo?, llegaron así y yo sólo los recibí.

-Tenías que darte cuenta y devolverlos.-lo escuché bufar y luego sus pasos alejándose.-Lo arreglaremos V...no llores.-me separó de ella y alcanzó un pañuelo de papel para entregármelo.

Me soplé la nariz y tomé otro para secarse las lágrimas.

-Me caso en dos días y mi vestido no está listo, los manteles son del color incorrecto, la banda canceló y el lugar donde será la recepción está clausurado por fumigación...mi boda está arruinada.-rompí a llorar de nuevo ocultando mi cara en el posa brazo del sofá.

-Encontraremos una solución, soy tu madrina y lo arreglaré, tú despreocúpate.-asentí mientras me acariciaba el cabello.-¿Tienes hambre?.-negué calmandome con sus caricias.-¿Qué necesitas, dime?.

-A tu hermano.-la escuché reír.

-Iré a traerlo.-dejó un beso en mi cabello y escuché sus pasos alejándose.

Al rato sentí su presencia en la habitación, el sillón se hundió a mi lado y sus besos subieron por mi brazo hasta mi hombro.

-Perdón, debí saber que eso era blanco hueso.-reí y levanté la cara secándome las lágrimas.

-Claro que no...no es tu culpa.-tomé otro pañuelo sonándome la nariz.-Siento mucho estrés por todo, nada nos ha salido bien, es un inconveniente tras otro y me pongo a pensar si en serio debemos continuar con esto o dejarlo así.-él comenzó a negar con la cabeza.-En dos días nos casamos, quiero que todo sea perfecto porque es lo mínimo que merecemos...pero han pasado tantas cosas que siento que es la vida diciendo que no nos conviene.-de nuevo sentí que iba a llorar pero me contuve.-Eres mi Brad Pitt y quiero que mi boda con mi Brad Pitt sea memorable.-escuché su risa y tomó mis manos dándole besos hasta que logré mirarlo.

-No vuelvas a decir eso, claro que nos conviene. Quiero que tengas la boda que soñastes...además he gastado casi toda la herencia que me dejó Andrew en tu vestido.-reí y negué con la cabeza, estaba exagerando como siempre.-Hay que casarnos sí o sí o me pondré ese vestido yo y lo usaré todos los días porque nunca había pagado tanto por algo que sólo vas usar una vez.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛𝑠 𝑂𝑓 𝑀𝑦 𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora