Capitulo 23

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Después de la revelación de sus padres famosos, Skipjack no la dejaría sola. —Entonces, ¿cómo es crecer con Jake Koranda como padre?

Había escuchado esa pregunta unas mil veces y todavía encontraba ofensivo que la gente no reconociera a su madre, como si sólo fuera un complemento de su padre. Deliberadamente respondió. —Mis padres son papá y mamá para mí.

Justin finalmente se dio cuenta que ella podría tener algo de valor para él. —La madre de Meg también es famosa. Dirige una gran agencia de talentos, pero antes fue una famosa modelo y actriz.

Su madre había aparecido exactamente en una película, Sunday Morning Eclipse, donde conoció al padre de Meg.

—¡Espera un minuto! —exclamó Spencer. —Hijo de... Tenía ese póster de tu madre en la parte de atrás de la puerta de mi habitación cuando era un crío.

Otra frase que había escuchado un millón de veces más. —Me lo imagino —. Justin le dirigió otra de sus miradas.

Skipjack no dejo de hablar sobre sus famosos padres hasta que se acercaron al hoy diecisiete. Debido a algunos malos tiros, Kenny y Skipjack estaban un hoyo por debajo, y Skipjack no estaba contento. Se puso más descontento cuando Kenny recibió una llamada de teléfono de su mujer, antes de que él diera el primer golpe, contándole que ella se había cortado la mano mientras estaba trabajando en el jardín y había conducido ella sola hasta el médico para que le pusiera un par de puntos. Era evidente por la parte final de la conversación de Kenny que el daño era menos y su mujer no quería ni oírle decir que abandonaba el partido, pero desde entonces él estuvo distraído.

Meg pudo ver cuánto quería ganar Skipjack, al igual que podía ver que ni Justin ni Dallie se iban a dejar ganar, ni siquiera por el futuro del pueblo. Dallie estaba jugando consistentemente y el juego errático de Justin ahora era algo del pasado. Tenía la extraña sensación de que él podría estar disfrutando del desafío de recuperar los tres hoyos que ella les había hecho perder.

Skipjack espetó a Mark por tomarse demasiado tiempo para entregarle un palo. Él podía sentir como la victoria se le escapaba y, con ella, la oportunidad de jactarse que él y Kenny Traveler habían vencido a Dallie y Justin Beaudine en su campo de golf. Incluso dejó de molestar a Meg.

Todo lo que el equipo Beaudine tenía que hacer era fallar unos pocos golpes y conseguirían que Spencer Skipjack estuviera con un estado de ánimo generoso para las futuras negociaciones, pero no parecía que lo fueran a hacer. No podía comprenderlo. Debían tener en cuenta el enorme ego de su invitado en lugar de jugar como si sólo importara el resultado del partido. Aparentemente ellos pensaban que lanzándose algunas bromas unos a otros y dejando que Skipjack se sintiera parte del grupo era suficiente. Pero Skipjack estaba enfurruñado. Si Justin quería que fuera receptivo, él y su padre necesitaban perder este partido. En su lugar, se estaban esforzando para mantener su hoyo de ventaja.

Afortunadamente, Kenny volvió a la vida en el green diecisiete y embocó a unos siete metros y medio, lo que empató a los equipos.

A Meg no le gustó el brillo de determinación en los ojos de Justin cuando él golpeó por primera vez en el último hoyo. Alineó su drive, ajustó su posición y lanzó su swing... en el momento exacto en que ella accidentalmente a propósito, dejo caer la bolsa con los palos de golf...

Los palos cayeron provocando un estruendo. Los siete hombres que estaban en el tee de salida se giraron para mirarla. Intentó parecer avergonzada. —Oops. Mierda. Gran error.

Justin había mandado su drive lejos, a la zona desnivelada de la izquierda, y Skipjack sonrió. —Señorita Meg, puedo asegurarle que me alegro de que no sea mi caddie.

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