Capítulo 67

0 0 0
                                    

El sol brillaba en el cielo, con su perfil grabado en fuego. El último coche desapareció, pero fue como si ella hubiera dejado de existir y él no se movió. 

Cuando no puedo estarse quieta más rato, se obligó a sí misma a ir hacia él. —Lo siento —, susurró.

Elevó la mano para limpiarle la sangre de la esquina de la boca, pero él le cogió la muñeca antes de que pudiera tocarlo. —¿Ha sido eso lo suficientemente ardiente para ti?

—¿Qué?

—¿Te crees que no siento las cosas? —Su voz ronca por la emoción. —¿Que soy un tipo de robot?

—Oh, Justin... Eso no es lo que quería decir.

—Cómo eres la reina del drama, eres la única a la que se le permite tener sentimientos, ¿no?

Esta no era la conversación que necesitaban tener. —Justin, nunca quise decir que tuvieras que pegar a Spence.

—¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Permitirle que te asaltara y se fuera?

—No hizo eso exactamente. Honestamente no sé lo que habría ocurrido si Haley no llega a aparecer. Él...

—¡Sudo! —exclamó, sin ningún sentido. —Dijiste que nunca sudo.

¿De qué estaba hablando? Ella lo intentó de nuevo. —Estaba nadando sola en el arroyo cuando apareció. Le pedí que se marchara y no lo hizo. Estaba desnuda.

—Y el hijo de puta pagó por ello —. Él le agarró el brazo. —Hace dos meses estaba listo para casarme con otra mujer. ¿Por qué no puedes darme un descanso? Sólo porque tú saltes por en precipicio no significa que yo también tenga que hacerlo.

Ella estaba acostumbrada a leerle la mente, pero esta vez no sabía de que iba todo esto. —¿Qué quieres decir exactamente con saltar por un precipicio?

Su boca se torció con desprecio. —Enamorarse.

La palabra fue pronunciada tan despectivamente, que deberían haber dejado ampollas en los labios. Ella se alejó y dio un paso atrás. —Yo no llamaría enamorarse a saltar por un precipicio.

—Entonces, ¿cómo lo llamarías exactamente? Estaba preparado para pasar el resto de mi vida con Lucy. ¡El resto de mi vida! ¿Por qué no puedes comprenderlo?

—Lo comprendo. Lo que no comprendo es por qué estamos hablando de esto ahora, después de lo que ha ocurrido.

—Por supuesto que no lo haces —. Su rostro se había puesto pálido. —No comprendes nada de un comportamiento razonable. Crees que me conoces muy bien, pero no sabes nada sobre mí.

Otra mujer que pensaba que comprendía a Justin Beaudine...

Antes de que ella pudiera volver a hablar, él volvió al ataque. —Te jactas de que eres todo emociones. Bueno, una jodida ronda de aplausos para ti. Yo no soy así. Quiero que las cosas tengan sentido y, si eso es un pecado a tus ojos, lo siento mucho.

Era como si de repente él hubiera empezado a hablar en otro idioma. Comprendía sus palabras, pero no el contexto. ¿Por qué no estaban hablando de la parte que ella había jugado en el desastre con Spence?

Él limpió un hilo de sangre de la esquina de su boca con el reverso de mano. —Dijiste que me amabas. ¿Qué significa eso? Yo amaba a Lucy y mira en lo qué acabó.

—¿Amabas a Lucy? —Ella no se lo creía. No quería creérselo.

—Cinco minutos después de conocerla, supe que era la elegida. Es lista. Es fácil estar con ella. Se preocupa de ayudar a la gente y entiende lo que es vivir en una pecera. Mis amigos la adoraban. Mis padres la adoraban. Queríamos lo mismo de la vida. Y nunca he estado más equivocado sobre algo —. Su voz se quebró. —¿Esperas que olvide todo eso? ¿Esperas que chasque los dedos y haga que todo desaparezca?

Llamame IrresitibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora