Capitulo 29

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El cuarteto jugó al día siguiente. Justin y Torie contra Kenny y Spence.

—Tuve que ir a Austin ayer —, Spence le dijo a Meg, —y cada vez que veía a una mujer hermosa, pensaba en ti.

—Por Dios, ¿por qué?

Justin le dio un codazo por detrás. Spence echó hacia atrás la cabeza y se echó a reír. —Tienes algo, señorita Meg. ¿Sabes a quién me recuerdas?

—Espero que una joven Julia Roberts.

—Me recuerdas a mí, a eso me recuerdas —. Él reajustó su sombrero Panamá en su cabeza. —Tuve un montón de retos en mi vida, pero siempre los encaré.

Justin la golpeó en la espalda. —Esa es nuestra Meg, sí señor.

Para cuando llegaron al tercer green, ella se estaba marchitando por el calor pero aún así estaba feliz por estar fuera. Se obligó a sí misma a concentrarse para ser el caddie perfecto, a la vez que le dirigía miradas de adoración a Justin cada vez que Spence se ponía demasiado amistoso.

—¡Quieres dejar de hacer eso! —dijo Justin cuando estuvieran a salvo de ser escuchados.

—¿Qué te importa?

—Es desconcertante, eso es todo —, se quejó. —Como estar atrapado en una realidad alternativa.

—Deberías estar acostumbrado a miradas de adoración.

—No de ti.

Pronto fue evidente, incluso para Meg, que Torie era una atleta altamente competitiva, pero en los último nueve hoyos ella repentinamente empezó a perder puntos

. Justin nunca perdió su natural encanto, no hasta que estuvo a solas con Meg cuando él le confirmó sus sospechas de que Torie lo estaba haciendo deliberadamente. —Eso era putt de apenas un metro —, él se quejó, —y Torie se quedó al borde del hoyo. Spence podría estar por aquí durante semanas. Cualquiera que piense que voy a dejarle ganar cada partido está loco.

—Qué es la razón por la que Torie falló ese putt —. Al menos alguien aparte de ella comprendía el ego de Spence. Ella miró alrededor buscando la última funda que parecía que había extraviado. —Concéntrate en lo importante, señor Alcalde. Si estás decidido a destruir el medio ambiente de la zona con este proyecto, necesitas ser más como Torie y hacer más esfuerzos para hacer feliz a Spence.

Él ignoró su puya. —Mira quién está hablando de hacer feliz a Spence. No te haría daño ser más agradable con él. Te juró que voy a representar una pelea pública contigo para que sepa exactamente lo correspondida que es tu pasión por mí.

Él hizo un disparo largo con un wedge en el green, le tiró la bolsa de los palos y se alejó.

Gracias a Torie, Spence y Kenny lograron una victoria por un hoyo. Después Meg se dirigió al vestuario de señoras, el cuál técnicamente los empleados no podían usar pero como estaba equipado con una amplia gama de productos de cuidado personal, tristemente ausentes dentro de lo que ella poseía, lo usó de todas formas.

 Mientras se refrescaba su acalorada cara con agua fría, Torie se unió a ella en los lavabos. A diferencia de Meg, el calor no parecía haber afectado a Torie, quién simplemente se quitó la visera para ajustarse la coleta y luego miró alrededor para asegurarse de que el vestuario estaba vacío. —Entonces, ¿qué hay realmente entre tú y Justin?

—¿Qué quieres decir? ¿No has oído los rumores sobre cómo manipulé a Lucy para poder quedarme con él?

—Soy mucho más lista de lo que parezco. Y tú no eres una mujer que se enamoraría de un tipo que básicamente odia tus entrañas.

Llamame IrresitibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora