Rebecca.
Estaba en medio de uno de los mejores sueños que pudo tener, rodeada de sus comidas favoritas junto a su madre, padre y hermana mientras compartían un día de campo, hasta que sintió como si le faltara el aire. empezó a desesperarse y aunque quisiera gritar la voz no le salía de la garganta.
-¿¡Que carajos pasa!?—Dijo de golpe Rebecca, levantándose bruscamente de la cama. mientras veía a su hermana mayor parada al lado de su cama.
Te llamé y no despertaste, tuve que recurrir a medidas drásticas. –Le decía Kara, mientras le contaba que la había llamado muchas veces por su nombre para que despertará. y al no hacerlo, le tapo la nariz hasta que Rebecca despertó por falta de oxigeno.
-¿¡No podías simplemente sacudirme!?—Le recriminó ella molesta.
Kara vió fijamente a su hermana molesta y sacudió la mano negativamente. — Es más divertido así.
Rebecca la vió en un puchero casi infantil, no sabía la razón pero siempre se comportaba así con su hermana mayor. después de todo no tenía a nadie más, a pesar de que la edad entre ellas dos no era demasiado amplia, Rebecca siempre la vió de manera maternal.
-¿No te vas a alistar? ayer dijiste que tenías algo que hacer temprano—Le preguntó Kara.—Ya es tarde.
-Eh… si… si..¡ Ya iba a hacerlo!— Le respondió ella algo nerviosa.
Kara la miró de reojo pues siempre pudo leer a su hermana, era tan transparente que podía saber al instante cuando mentía o ocultaba algo. pero nunca le negaba nada, no es que ignorará la seguridad de su hermana, o que le fuera indiferente lo que ella hacía. pero prefería dejarla ser independiente y aprender de sus mismos errores. — Sera mejor que seas cuidadosa. —Le advierte.
Rebecca tragó secamente al sentirse un poco descubierta, la vió tratando de aparentar tranquilidad. —¡Claro! ¿Ya te vas?.—Le preguntó tratando de cambiar el tema de la conversación.
-Sí, hoy debo presentarme más temprano. –Le dijo Kara.
-!Te ves muy bien! ¡Como siempre!.—Elogió Rebecca, mirando a su hermana en un impecable traje, que consistía en una camisa color crema ajustada a su cuerpo, una falda tubo hasta casi las rodillas amoldándose a su cuerpo y un pequeño saco que le daba el toque profesional, en cuanto al cabello lo tenía hasta los hombros, pero atado en una pequeña cola baja.
-¡Suerte!—gritó Rebecca al ver salir a su hermana por la puerta. Suspiró de alivio al haberse librado de que le preguntaran algo comprometedor, realmente quería mucho a su hermana y la admiraba bastante. a pesar de no ser demasiado comunicativa era muy inteligente, tanto así, que pudo saltarse varios años en la escuela, siendo la más joven en entrar a la universidad, y ahora tenía un trabajo estable con el que podía mantenerlos a ella y a su padre.
Se levantó y estiró de manera holgazana mientras soltaba un largo bostezo, se asomó a su ventana y vio el sol en su máximo esplendor, sonrió ladinamente al pensar en sus planes del día, rápidamente buscó en su pequeño ropero algo que ponerse, sacó al azar un pantalón algo holgado, una blusa gris sencilla de mangas cortas, ató su largo cabello en una coleta algo descuidada y se dió una rápida mirada en el espejo de su habitación y no pudo evitar suspirar por su rápido arreglo de no más de dos minutos.— ¡Que más da! ¡No voy a un concurso de belleza! –Sonrió ella quitándole importancia a su apariencia.
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Mi forma de amarte [TERMINADA]
Teen FictionYo no soy un hombre de romance, flores y poemas. Mi forma de amar es cruel pero te aseguro mi ángel, que es la forma más hermosa de amarte.