Rebecca.
-¿Elizabeth?.—Preguntó fuera de sí, por la sorpresa aquél hombre.
Rebecca iba a responder en ese instante, pero por algún motivo decidió quedarse callada al ver el enorme impacto que había tenido en aquel desconocido.
– ¿Rebecca?.—Interrumpió Connor que había ido hasta el jardín para guiar a Rebecca.
Ella fijó su mirada en Connor que veía de manera hostil al desconocido, para luego acercarse a ella de manera protectora.
-La abuela te está esperando.—Dijo empujándola levemente para que caminará, dejando atrás al hombre que aún la veía irse.
-¿Quién es él?.—Preguntó ella, cuando ya estuvieron lo suficientemente lejos para que aquel extraño no les oyera.
-El es alguien como tú.—Contestó Connor.
-¿A qué te refieres con eso?.—Volvió a preguntar extrañada.
-El tiene sangre Russo por parte de su madre y en estos momentos busca reintegrarse a la familia, es por eso que está aquí.—Respondió Connor con un tono hostil, que no le pasó desapercibido a la Eneriz.
-El no te agrada ¿cierto?.—Le preguntó ella.
Connor se sorprendió ante la pregunta pero luego solo sonrió y negó con la cabeza.
-Es solo que me da una mala sensación, no me hagas caso debe ser solo la superstición familiar.—Respondió con una sonrisa leve, volviendo su porte siempre serio más relajado.
-¿A qué te refieres con eso de la superstición?.—Preguntó curiosa olvidándose por un instante del extraño hombre.
-Nuestra familia es una de las más antiguas de Japón, dicen que nuestros antepasados poseían ciertas habilidades como la adivinación o la manipulación de algunos elementos naturales, aunque yo siempre creí que eran simples leyendas. pero tenemos una tía abuela que dice que puede leer el futuro.—Sonrió gentilmente al pensar en la anciana mujer que siempre veía discutiendo con Úrsula.
-¡Eso es realmente interesante!.—Contestó ella emocionada.—Me gustaría conocerla.
-Tal vez en algún momento, ya que la abuela no tiene una muy buena relación con ella.—Le explicó él, mientras encaminaba a Rebecca a pasar por unas enormes puertas. Caminaron por un largo pasillo adornado por cuadros con pinturas que evocaban a la magia y la naturaleza, al ser enteramente de paisajes que Rebecca nunca había visto, hasta que llegaron a un enorme salón entre dorado y blanco muy elegante, ahí fué que pudo apreciar un enorme retrato justo encima de la chimenea. Rebecca se quedo muda al ver a la persona en ella y avanzó hasta quedar justo en frente.
-Mamá...—Dijo en voz alta, admirando los rasgos aniñados de su adolescente madre, que ella nunca pudo apreciar al no tener fotos de ella de su juventud.
-la abuela dice que en esa foto la señora elizabeth tenía solo 15 años.—Comentó Connor.
-Es muy hermosa.—Sonrió melancólicamente la eneriz.
-Es idéntica a ti.—Contestó Connor sonriéndole con una dulzura que Rebecca agradeció.
Ella sonrió gentilmente hasta que se vió interrumpida.
ESTÁS LEYENDO
Mi forma de amarte [TERMINADA]
Teen FictionYo no soy un hombre de romance, flores y poemas. Mi forma de amar es cruel pero te aseguro mi ángel, que es la forma más hermosa de amarte.