Rebecca.
miraba de reojo a la persona frente a ella mientras seguía con la preparación del té, por algún motivo sentía que aquél hombre no perdía la vista de ella en ningún momento, por lo que empezó a sentirse algo inquieta.
-¿Pasa algo?.—Preguntó poniendo al alcance de él la pequeña taza de té.
Edward tomó un sorbo ligeramente, y le sonrió levemente.— Te estaba mirando eso es todo, hoy te ves diferente al otro día.
-¿Diferente?.—Preguntó ella, sin entender.
-Te ves extrañamente nerviosa.—dijo dedicándole una sonrisa.—¿Será acaso por mi?.—Preguntó Edward observándola intensamente.
-¡No es así!.—Respondió Rebecca rápidamente y al darse cuenta de que había alzado la voz se avergonzó.
Edward no pudo evitar reír con ganas ante el sonrojado rostro de su dama.— No es necesario que lo niegues tan efusivamente.
Ella solo asintió avergonzada y frustrada, aún recordaba lo que le había pasado el día anterior. y se molestaba con ella misma por haberse sentido tan vulnerable ante Gabriel, solo esperaba no volvérselo a topar, porque si lo hacia se estaba convenciendo a si misma de que no revelaría ningún tipo de vulnerabilidad y le enseñaría que con ella nadie jugaba.
-¿Aurora?.—Preguntó Edward curioso, al ver como Rebecca golpeaba con su puño derecho la palma de su mano izquierda con mucha determinación, mientras balbuceaba cosas que él no lograba percibir.
-¿¡Eh!? Si, dígame.—Respondió al darse cuenta, que él la miraba de forma curiosa.
El solo la observaba mientras sonreía de lado. La primera vez que la vió, pensó que irradiaba luz y que era realmente muy hermosa y atrayente. al conversar con ella, se dió cuenta que no solo su apariencia era atractiva si no que su forma de ser misma, lo hacía sentir vivo. El siempre creyó que estar vivo era solo simplemente no morir, pero al conocerla se dió cuenta que lo que ella hacía era vivir de verdad.
-¿Puedes decirme tu nombre real?.—Le preguntó inesperadamente él.
-¿¡Que!? ¿¡Como supo!?.—Preguntó sorprendida.
-No creo que sea casualidad que todas las damas en este lugar tengan nombres de elementos naturales.—Respondió él, fijando su mirada en los ojos verdes de Rebecca.
-Es cierto.—Contestó ella riendo.—Pero la señora Luna, me pidió que utilizara el nombre de Aurora para los clientes y como usted es un cliente..
-Entiendo entonces si nos vemos fuera de aquí y yo ya no soy un cliente ¿me dirás tu nombre?.—Le preguntó él con mirada insistente.
Rebecca lo observó por unos segundos, sin poder huir de esa mirada intensa.— Trato hecho.—respondió ella. Después de todo él se había mostrado muy atento y amable con ella y ella no podía negar que le agradaba.
Edward la vió atentamente, mientras ella le sonreía de esa manera en que solo ella podría hacerlo.
-Ya has aceptado ¡no puedes retractarte!.—Dijo con una sonrisa audaz.— En el trabajo que tienes después de este, ¿trabajas todos los días? –Le preguntó de forma seria.
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Mi forma de amarte [TERMINADA]
Novela JuvenilYo no soy un hombre de romance, flores y poemas. Mi forma de amar es cruel pero te aseguro mi ángel, que es la forma más hermosa de amarte.