Rebecca.
-¿Cómo estás?.—Le preguntó Úrsula, se veía cansada, preocupada y muy diferente a todas las veces que la había visto.
-Perfectamente.—Contestó Rebecca, aunque sabía que realmente no era cierto, ella pareció pensar lo mismo porque desvió la mirada.
-¿Podemos hablar dentro del auto? Ahí nadie nos vera.—Sugirió Úrsula ella, en ese momento recordó que aun seguía abrazada a Edward y que se había apegado mas a él para sentirse protegida, probablemente confundió sus brazos con los de Gabriel pues se había acostumbrado demasiado a ser protegida.
-Me parece.—Contestó soltándose de los brazos de Edward.
-¿Rebecca estas segura?.—Le preguntó él, se le veía preocupado.
-No te preocupas si ocurre algo grito y vienes a salvarme.—Bromeó ella, Edward sonrió y asintió poco convencido.—Estaré cerca por cualquier cosa.—Advirtió, La Eneriz asintió a la vez y caminó hasta quedar lado a lado con su abuela.
Se encaminaron hacia la entrada principal del parque que no estaba muy lejos de ahí, y justo frente a ellos un elegante auto negro con los vidrios polarizados se hizo presente. Rebecca estaba acercándose lo suficiente para ingresar, cuando vió a alguien salir de él, lo reconoció al instante y su cuerpo se paralizó del extraño miedo que siempre parecía producirle aquel tipo.
-Señorita Russo.—La llamó cordialmente, tras una sonrisa que aparentaba amabilidad pero que a Rebecca solo le producía un escalofrío, además de que se había tomado el derecho de llamarla por el apellido de su madre.
La Eneriz saludó con la cabeza para no tener que aceptar su mano e ignoró la forma en la que se refirió a ella, no deseaba conversar con él más de la cuenta.
Sintió su mirada escrutadora sobre ella, era realmente incómodo.
¿Por qué la abuela lo había traído?
-Recordarás a Marcus Marsden.—Le indicó Úrsula.
Rebecca asintió.—Un gusto volverlo a ver.—Contestó y él sonrió con más ganas poniéndole los pelos de punta.
-Connor no se encontraba en ese momento, y como tú me llamaste tan de improvisto tuve que pedirle a Marcus que en ese momento se encontraba haciéndome una visita que me trajera.—Explicó Úrsula.
ahora tenía sentido ¿Pero porque tenía tan mala suerte?
-Entonces… ¿quieres que hablemos ahora?.—Preguntó Rebecca no tan segura de querer que ese hombre oyera su conversación.
-No te preocupes Rebecca, las dejaré solas para que conversen.—Dijo Marcus de repente de una forma bastante informal y muy familiar, eso solo le hizo sentir más nerviosa y repulsiva a su presencia.
¿Qué era lo que me produce tales sensaciones? ¿Estás bien Gabriel JR?
Asintió nuevamente, y él se alejó del auto y se internó en el parque, Rebecca respiró al fin aliviada. Observó a su abuela y esta le indicó que subieran al auto, se deslizó en el asiento trasero y su abuela subió por la otra portezuela y la cerró para que el viento frío dejará de golpearlas.
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Mi forma de amarte [TERMINADA]
Teen FictionYo no soy un hombre de romance, flores y poemas. Mi forma de amar es cruel pero te aseguro mi ángel, que es la forma más hermosa de amarte.