Capítulo 8

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Rebecca.

-¡Esto es tan extraño! ¡No debí aceptar! Pensara que me veo rara, ¡No debí traer esta ropa!.—Se reclamaba a si misma, mientras se quitaba el kimono y veía con recelo la ropa que había escogido para esa noche.— ¡En primer lugar ni siquiera debería importarme que usar!

-¿Aurora que se supone que estás haciendo?.—Preguntó su jefa al entrar a los vestidores y ver a Rebecca pelear con ella misma semi desvestida.

-¡Señora Luna! Me sorprendió, yo solo estaba terminando de vestirme.—Respondió ella.

La mujer la vió con algo de recelo, al ver la vestimenta de
Rebecca notando que no era lo que ella solía usar siempre.

-Vine a decirte que una de las empleadas se ausentó y te necesito para que seas su remplazo.

Rebecca la vió sin saber que decir. faltaba tiempo aún para la cita, pero si se quedabas más tiempo lo más probable era que llegará tarde, puesto que donde estaba en ese momento era un lugar alejado de la ciudad.

-¿En este momento?.—Preguntó aun sin saber cómo resolver aquél problema.

-¿Hay algún problema acaso?.—La veía despectivamente Luna esperando su respuesta.

-No, no es eso Solo que ya estaba alistándome para irme.—Comentó Rebecca nerviosa.

-Si no quieres solo dilo.—Dijo la mayor dándose la vuelta para irse.

-No, Espere lo haré.—Sonrió ella, mientras veía como la mujer asentía y se marchaba, dejando a Rebecca semi alistada y suspirando resignada.

Lo siento Edward...

Pasó más tiempo del que había previsto atendiendo a un cliente, solo podía ver el reloj en su muñeca mientras corría apresurada hacia los vestidores, rápidamente se puso aquel vestido celeste de hombros descubiertos que había dejado colgado en su gabinete, para apenas pasar a pintarse los labios suavemente, acomodarse un poco el cabello en una trenza sencilla y salir lo más aprisa que pudo.

Por el trafico de la ciudad tuvo que bajarse antes del taxi, ya hacía bastante que había oscurecido y ella se sentía culpable por hacer esperar tanto al hombre que amablemente la había invitado a cenar, miró con alivio que no faltaba mucho para llegar. pero para apresurarse tomó un atajo que ella había frecuentado mucho cuando aun iba al colegio, se sorprendió al sentir la diferencia al pasar por ahí de noche; era más oscuro de lo normal, sintió un estremecimiento extraño tras ella, así que volteó rápidamente pero no vió a nadie, aunque eso no hizo que los nervios se fueran así que camino más rápido.

Hasta que escuchó un susurro llamarla por su nombre.

-¿Quien anda ahí?.—Preguntó nerviosa al observar el lugar y no ver a nadie. Al no tener contestación decidió marcharse lo más rápido que pudo, ya solo le faltaba dos calles para llegar. pero antes de que eso sucediera sintió como alguien la tomó entre sus brazos por detrás ejerciendo fuerte presión. A pesar de que quiso gritar la mano de aquella persona le cubría la boca. Rebecca comenzaba a sacudirse con todas sus fuerzas, pero se detuvo al oír como él le susurraba al oído.

-Te ves linda hoy.—Dijo con un tono sugestivo.

¡Este hombre me conoce!

Mi forma de amarte [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora