Capítulo 62

1.3K 107 13
                                    

Gabriel.

Gabriel Ifriqia se pasaba la mano libre por su cabello revuelto una y otra vez, en claro indicio de que estaba a punto de perder los nervios. Neil corría desnudo de un lado a otro por la habitación, riendo feliz de la vida. Él amaba estar desnudo, la ropa le daba calor y picaba. además de que estaba pegajosa porque derramó el jarabe de los panqueques que con tanto esfuerzo y dedicación, tomando en cuenta que no era muy dado en la cocina, preparó su padre, lo cual era un milagro que él supiera cocinar. Gabriel creyó que era una buena idea dejarlo desnudo por la casa mientras él preparaba el baño, ahora se arrepentía de haber tomado esa decisión.

-¡Soy un supededue!.—gritaba y reía el niño. Llegando hasta el balcón y regresando a la enorme cama de sus padres donde subía y saltaba nuevamente a la alfombra para hacer el recorrido otra vez. Todos sus pequeños atributos bamboleandose libres entre sus piernas, pero a él eso no parecía importarle. Y a su hermanita tampoco, de hecho parecía entretenerla el espectáculo que le estaba ofreciendo su hiperactivo hermano ya que gateaba y reía detrás de él.—No me atdrapas Eli.—dijo, pasando como bala junto a ella que, ya enojada por no poder alcanzarlo, se sentó sobre su trasero y gritó hacia él, como queriendo decirle que se detuviera. A ella sólo la cubría su pañal y tenía las mejillas llenas de papilla del desayuno.

-Neil deja ya de correr y entra al baño.—Repitió Gabriel por decimosexta vez.

-¿Pod que?.—Preguntó Neil por centésima vez desde la cama, Ahora saltaba en ella dando vueltas y cantando.

-Porque estás sucio y las personas nos bañamos cuando estamos sucios.—Trató de razonar el adulto en la habitación. ¡Dios! juraba que le pondría un monumento a su esposa cuando tuviera oportunidad, si ella debía lidiar con todo eso sola cada que él salía por viajes de negocios.

Responder a cada ¿porqué? de su hijo iba a terminar por volverlo loco. ¿Pod que Elizabeth tiene solo dos dientes? ¿Pod que yo tengo tus ojos? ¿Pod que el abuelo no tiene casi pelo? ¿Pod que a Eli le da hipo? ¿Pod que cedamos los ojos al estodnudar? ¿Pod que te pasas la mano pod el pelo, papi? ¿Pod que? ¿Pod que? ¿Pod que papi?. Era eso a lo que se refería su esposa al hablarle de paciencia.

-Yo no estoy sucio.—canturreó el pequeño.

-Estás lleno de jarabe.—señaló Gabriel. Neil se detuvo, mirándolo por entre sus piernas y su padre abrió los ojos desmesuradamente.

-No es ciedto.—contestó, mirando la cara al revés y graciosa de su padre.

-Si lo es.

-Que no.

-Neil por favor.—rogó Gabriel apunto de perder la paciencia.

-¿Te bañas conmigo?.—Inquirió el pequeño deteniendo sus saltos.

-Ya papá se bañó esta mañana.

-Y mami me bañó ayed.—Razonó tercamente.

-¡Ta! ¡Ta!.—decía Elizabeth quién se había puesto de pie sosteniéndose de la cama con una manita y abriendo y cerrando su puño para llamar la atención de su hermano.

-Neil...

-Me baño si me atdrapas.—Lo retó, bajando de la cama y corriendo a la pared opuesta donde éste se encontraba. La pequeña se frustró y gritó otra vez, sentándose resignada y buscando algo más con que entretenerse.

Mi forma de amarte [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora