Mi forma de amarte [TERMINADA]

Capítulo 67

Rebecca.

Se giró frustrada en su espalda dando un largo suspiro. La luz del reloj del buro se burla de ella mientras le era imposible conciliar el sueño. Dios, una de las cosas que más odiaba de viajar era el remanente en el cuerpo de la descompensación horaria. Era ridículo el tamaño de su JetLag si tomamos en cuenta que solo eran 45 horas de diferencia entre Vancouver y Nueva York y que el viaje había sido de solo un día y medio.

Parpadeó en la oscuridad, tratando de acompasar su ritmo respiratorio con el de su agotado y también frustrado esposo a su lado. Era la primera vez en mucho tiempo que se iba a dormir sin hablarle. Solo había sucedido en contadas veces, como cuando discutían por su regreso al trabajo después de haber tenido a Neil y la frustrante pelea por la llegada de elizabeth a través de parto natural, pero esto sobrepasaba todas las anteriores. Estaba, no, seguía hecha una furia con él y Jackson por haberle enseñado a Neil la palabra condón. Aún le hervía la sangre al recordar la vocecita de su pequeño pronunciarla cada dos palabras que decía. 

Mami, quiedo mi bibi y los tondones Mami ¿eli puede usad tondones? ¡Quiedo tondones de colodes! 

Le era imposible evitar la imagen de su hijo de solo tres años con cajas de condones a colores ¡Por el amor de dios! Rebecca no sabía en qué momento se le ocurrió la brillante idea de dejarlos al cuidado de los hombres Ifriqia cuando juntos eran un desastre andante. Era en parte su culpa el que ahora tuvieran a una niña de año y medio con la boca sucia de un camionero y a uno de tres que dice beber cerveza en vez de jugo de uva y que quiere usar condones. A la Eneriz le llevó una larga hora hacerle entender que los condones eran una cosa muy mala para los niños y que no los usaría nunca. El abuelo Neil estaba presente mientras le daba la conferencia y dijo un.

Estoy seguro que cuando cumpla los 15 estarás feliz de que los use.

Con una mirada divertida hacia él que lo hizo reír.

Escuchó a Gabriel roncar ligeramente y Rebecca se giró para verlo dormir. Solo roncaba cuando estaba verdaderamente cansado. Habían estado despiertos desde las 4.30 am porque debía tomar su vuelo y los niños no conciliaron el sueño hasta poco más de media noche por culpa de todo el azúcar en su sistema así que estaba más que destruido. De no ser porque estaba tan enojada con él lo despertaría solo para que alejara el estrés del viaje de su cuerpo con buen sexo y así poder dormir tranquila pero descartó la idea, no podía dar su brazo a torcer ante el castigo de las "Bolas azules" como lo llamó Kara, aunque eso afectará profundamente su lívido. La pobre de su hermana estaba tan enojada con Jackson por haber manchado la mente pura de la pequeña Sheila que podría jurar que tiene sus bolas colgadas en un cuadro en la sala de estar.

La Eneriz menor decidió ir por un poco de té sin cafeína o alguno de manzanilla. Mañana tenían una pequeña reunión en casa para festejar el cumpleaños número 32 de Cassandra y Rebecca era la anfitriona así que necesitaba estar lúcida, Gabriel había ofrecido su casa y ella estuvo más que de acuerdo. Tenían esa enorme casa en la cual aún le costaba encontrar las puertas correctas ¿y que más que aprovecharla al máximo y hacer que los demás también la disfruten?

Tendrían barbacoa, juegos y estarían todos juntos, incluyendo al abuelo Neil y a Edward. Quién hace dos meses se había comprometido con Violet, así que sería divertido.

-Señora.—Rebecca dió un respingo al ver a Neil de pie en la entrada de la cocina mientras.ella estaba de puntillas alcanzando una taza para té en el estante. Rápidamente hizo malabares con ella antes de que cayera al suelo y despertará a todo el mundo.—¿Se encuentra bien?.—Preguntó susurrando, como si en realidad no quisiera ser oído. La Eneriz se recuperó del susto, dándole una mirada algo reprobatoria. Aún no se acostumbraba ni se acostumbraría a tener siempre alguien detrás o deambular por la casa sin ser vista.