Gabriel.
Volvió a escucharla respirar pero en lugar de su mirada típica de confrontación se había quedado pasmada, aprovechando su estupor pasó su mano por su rostro tocando esa suave y tibia piel que le estaba condenando últimamente, frunció su hermoso ceño y lo observó desconfiadamente pero no hizo nada para evitar su contacto.
-¿Qué haces?.—Preguntó ella cuando pasó sus manos por su entrecejo fruncido y logrando que Rebecca se relajará un poco.
-Trato de que te acostumbres rápido a mí.—Le contestó mientras seguía con su labor y tocaba su piel a su antojo, pasó su mano por sus labios y sintió la suavidad. hasta que vió una pequeña herida en su labio inferior que le recordó que el mismo se la había hecho, la rozó con suavidad provocando que Rebecca se alejará levemente, supuso que aun le dolía, pero eso lo dejó satisfecho al saber que estaba ahí por él.
-Mi marca.—Dijo en voz alta y ella volvió a fruncir el ceño ante lo que había dicho el Ifriqia y esta vez sí se alejó provocando que Gabriel sonriera para sus adentros, y volviendo a poner en movimiento el auto.
-Ponte el cinturón.—Dijo burlonamente al ver que ella aún no se lo colocaba y en lugar de eso lo veía de lado, volteando su rostro como una niña caprichosa perdiendo su mirada en la calle que pasaban velozmente.
Soltó un suspiro frustrado y detuvo nuevamente el auto, se quitó el cinturón y se acercó a ella, Rebecca instintivamente se alejó pegándose a la puerta del auto, se sintió retado a ponerla en su sitio así que con toda la intención la tomó de la cintura y la colocó bien en el asiento
ella se sorprendió ante la rudeza de Gabriel. rápidamente antes de que ella se quejará le colocó el cinturón y en ese momento se dió cuenta de que la falda negra que traía puesta se había suspendido con el movimiento dejándole ver sus deliciosas piernas, sin poder evitarlo la acarició lentamente y la sintió sobresaltarse y colocar su mano encima de la del Ifriqia, como si le pidiera que se detuviera. Una vez más sintió el calor de su mano y la observó pero ella esquivó la mirada de Gabriel, mientras él volvía a su posición y volvía a andar el auto.Rebecca.
Cuando tocó su piel sintió que el corazón se le iba a salir del pecho de tantos nervios que estaba sintiendo, por un momento creyó que él podría escuchar los latidos descontrolados de su alocado corazón y cuando la observó tuvo que voltear a ver a otra parte o podría ver claramente el enorme sonrojo que estaba segura que tendría.
Se quedó abstraída en el paisaje de la ciudad, sin voltear a verlo por temor a avergonzarse nuevamente, pero sabía que él la veía de rato en rato, sintió su mirada penetrante que le impedía estar tranquila. ni siquiera prestó atención a la suave música que sonaba, es como si se hubiera robado su alma, miraba sin mirar hasta que se detuvieron abruptamente, sabía que debería tener miedo su forma de conducir pero para su propia sorpresa le encantaba.
-¿Dónde estamos?.—Preguntó tratando de volver en si al darse cuenta que no conocía el lugar y eso merecía una bofetada mental por su imprudencia al seguir en silencio a ese hombre despampanante que estaba tratando de robarse su alma.
Pero Gabriel no le hizo caso y solo salió del auto rodeándolo rápidamente abriéndole la puerta antes de darse cuenta, desabrochó su cinturón y sintió como al instante la tomó del brazo y jalaba lo mas delicadamente posible, aunque aun así sentía la presión de su tacto marcar su piel.
– ¡Oye! dime ¿porque estamos aquí?.—Le preguntó de nuevo molestándose cada vez más por ignorarla y solo llevándola de aquí para allá como un objeto.
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Mi forma de amarte [TERMINADA]
Teen FictionYo no soy un hombre de romance, flores y poemas. Mi forma de amar es cruel pero te aseguro mi ángel, que es la forma más hermosa de amarte.