Capítulo 54

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Rebecca.

Desde esa mañana en casa de Gabriel en donde todos sus conocidos y familia habían decidido ayudarlo a encontrar a Janeth, todo para ellos se había vuelto un océano de preocupaciones. Mucho más para el Ifriqia, quién no dejaba ni a sol ni a sombra a la Eneriz. Cómo esa tarde, Rebecca había querido quedarse a descansar en casa pero su esposo insistía demasiado en llevarla al centro comercial pues, consideraba que la ropa que ella tenía no era apta para una mujer embarazada. Mucho menos aquellos vestidos tan ajustados. A regañadientes Rebecca aceptó pero ni bien llegaron Gabriel la arrastró a la primera tienda de ropa de maternidad que encontró, el Ifriqia no se puso a escatimar en los precios. Pues cada prenda que veía y que consideraba apta para su esposa la compraba, definitivamente descubrir su reciente y pronta paternidad lo había cambiado.

-¿Que te parece este Rebecca?.—Preguntó Gabriel mostrándole una bata para dormir azúl con un estampado de flores blancas y un grabado que decía "Bebé a bordo". Rebecca sonrió con ternura, no le molestaba que Gabriel escogiera ropa por ella. Ni siquiera lo detuvo cuando él tomaba cada vestido, pijama o prenda. pues ella veía en su mirada zafiro una emoción y una alegría inconfundibles.

-Es hermosa Gabriel pero... ¿Y si es una niña?.—Preguntó ella abrazándolo por detrás viendo con una sonrisa la prenda en las manos de su esposo.

-Ya lo tengo previsto ángel.—Contestó él mostrándole de entre la pila de ropa una bata para dormir de color rosa con un grabado que decía "Princesa de papá"

-¿Princesa de Papá? Al parecer alguien ya sueña con una pequeña niña.—Dijo Rebecca en tono burlón besando la mejilla de su esposo, mientras que Neil observaba todo desde la entrada de la tienda con una sonrisa.

Es la primera vez en muchos años que lo veo sonreír de verdad, mi señor está creciendo.

Pensó Neil con un aire paternal, él siempre había estado con Gabriel desde pequeño y verlo ahora elegir ropa para su esposa embarazada y más con una sonrisa lo alegraba a él.

El mediodía llegó y para cuando salieron de la tienda entre Neil y los tres guardaespaldas llevaban consigo un total de 15 bolsas cada uno, de las cuales Rebecca solo había comprado dos pero Gabriel se había emocionado tanto por verla en aquella ropa de maternidad que si por él hubiera sido hubiese comprado toda la tienda. Llegaron a una plaza de comida a petición de Rebecca quién moría de hambre, la Eneriz se excusó un momento para ir al baño pero Gabriel insistía en acompañarla a lo que ella se negaba.

-¡Por milésima vez Gabriel que no!.—Gritó ella molesta en medio de su discusión en la mesa de un puesto de comida italiana de la plaza.

-¿¡Y si te pasa algo!? ¿¡Que tal si el parto se adelanta y estás sola!? ¡No voy a dejar que mi hijo o hija Nazca en un baño!.—Gritó él devuelta apuntando su vientre, ¿Porque Rebecca no entendía que solo se preocupaba por ella?

-¿¡El parto dices!? ¡Por Dios Gabriel solo tengo tres meses! ¿¡Cómo se me va a adelantar el parto en un baño!? ¡Ya dije que no y es mi última palabra!.—Exclamó ella molesta poniendo fin a la discusión y dirigiendose al baño más cercano, bajo la mirada de algunas mujeres embarazadas que veían con una sonrisa al Ifriqia. Quién se había quedado en la mesa refunfuñando en voz baja.

Padre primerizo. Pensaron todas las mujeres con una sonrisa.

-¿Molesto porque se pierde de la acción?.—Preguntó Neil acercándose, podía leer tan bien las expresiones del Ifriqia que Gabriel no lo iba a negar.

-Quería ver y encontrar yo mismo a Janeth de frente y decirle varias cosas.—Contestó Gabriel molesto, Neil sonrió.

-A mi también me hubiera gustado. Pero si ella fué capaz de hacerle eso a un gato, mejor no pensar en lo que le habría pasado a usted o a la señorita Rebecca.—Eso hizo gruñir a Gabriel, no era débil, si bien podía con un asesinato, del cuál nadie sospechaba de él aún. una mujer psicótica no era rival para él.

Mi forma de amarte [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora