Rebecca.
-Hola princesa, ayer olvidaste algo en mi casa ¿cierto?…—Mencionó Gabriel con su voz seductora, mientras batía con una mano suavemente el bolso de Rebecca.
Ella no dijo nada y pensó por unos instantes a lo que se refería hasta que recordó su bolso y sonrió.
-No me importa ¡quédate con el si quieres Pervertido!.—Dijo antes de intentar colgar.
-¿Es enserio? ¿No necesitarás tus documentos para nada cierto? ¿entonces me los puedo quedar?.—Contestó con un tono burlón.
Eneriz se quedó en silencio sin saber que decir, era obvio que necesitaba sus documentos. sin ellos no podría conseguir un trabajo nuevo y rápido, tendría que hacer largos trámites para renovarlos y eso era algo que la fastidiaba mucho.
-Ven a mi casa hoy en la noche.—Contestó Gabriel en tono de victoria y colgó al instante sin que Rebecca pudiera refutar nada. Dejándola con las palabras en la boca o más bien con las maldiciones.
-¡Iré y le enseñare la realidad de la vida!.—Dijo golpeando su puño contra la palma de su mano y un tono amenazante.—Pero antes de eso, debo hacer algo importante.—Se dijo así misma, algo inquieta.
Le costó un poco recordar cómo llegar a ese lugar pero después de todo había prometido ir, a pesar de que se sentía extraña era algo que se dijo a si misma que necesitaba conocer. Observó las granes rejas de la entrada y tocó el timbre, al instante oyó una voz preguntando quien era ella, dió su nombre y las puertas se abrieron automáticamente, al ser de día el lugar se pudo apreciar mejor. era hermoso, Rebecca dejó de caminar por el sendero indicado y se dispuso a ver el esplendoroso jardín frente a ella, lleno de hermosas flores muy bien cuidadas.
-Señorita Eneriz.—La llamaron hablaron detrás.
Rebecca volteó y vió unos ojos color vino, casi Borgoña, y de inmediato los reconoció. Era el hombre que la había ayudado hace unos días. Se inclinó mostrando sus respetos para la persona que la había salvado.
-Muchas gracias por ayudarme ese día.—Dijo por último, volviendo su mirada de nuevo hacia él.
-Mi nombre es Connor y no debe agradecer nada, ese era mi trabajo.—Respondió él, inclinándose al igual que ella, pero con más énfasis.
-No vuelva a inclinarse frente a mi Señorita, usted tiene un rango más elevado en esta familia que él mío, sería muy mal visto.—Contestó mientras Rebecca repetía sus palabras en su mente al no quedarle del todo claras.
-No entiendo.—Dijo ella, mientras él hacía una pequeña mueca de risa.— Ya se lo explicara mi señora.—Dijo guiándola hasta donde se encontraba la mayor.
-¡Es un jardín de té!.—Exclamó contenta al ver el lugar donde se encontraba la mayor. Rápidamente corrió en dirección a donde su abuela estaba sentada sin que Connor pudiera detener su efusividad.
-Buenos días.—Dijo inclinándose ante ella a lo que la anciana asintió, hecho eso Rebecca se colocó delante de esta y la observó con una sonrisa como si esperará el consentimiento de su abuela, la cual la vió detenidamente por unos instantes y dejó escapar una pequeña sonrisa, Rebecca tomó eso como un sí y comenzó con la preparación del té.
Úrsula quedó sorprendida por la magnífica preparación del té de Rebecca y no pudo más que estar satisfecha con ella, además de que era la viva imagen de su única hija.
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Mi forma de amarte [TERMINADA]
Teen FictionYo no soy un hombre de romance, flores y poemas. Mi forma de amar es cruel pero te aseguro mi ángel, que es la forma más hermosa de amarte.