Capítulo 34

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Rebecca.

-¡Ah! Mi cabeza.—La sien le martilleaba como si alguien le estuviera golpeando con fuerza y el sol la dejaba casi ciega.

-¿Te divertiste anoche ángel?.—La voz de Gabriel la hizo reaccionar y su cuerpo automáticamente se irguió quedando sentada y buscando su voz en la habitación, ahí estaba él sentado en el sillón individual frente a la cama mirándola seriamente, no sabía bien lo que le pasaba por su mente, estaría enojado o… "Corre" la voz de la inepta de la valentía resonaba en su mente.

-Yo…—La Eneriz no supo que decir exactamente, recordaba que habían disfrutado el exquisito vino que había traído Cassandra, se reían de sus ocurrencias, creyeron que sería divertido tomar un poco más para entrar en ambiente, y de pronto todos los recuerdos se oscurecieron. "Yo recuerdo todo…" habló su subconsciente, y tras una sonrisa ladina y un guiño que le hizo desconfiar un flashback de todo lo que pasó le llegó a la mente.

"¡Maldición! ¡Pobre Neil!" Rebecca abrió los ojos con sorpresa mientras Gabriel meneaba la cabeza negativamente.

-¿Quien te dió permiso para tomar? ¡No tienes edad para beber!.—Dijo Gabriel reprendiéndola.

-¿¡Entonces tengo edad para el sexo!?.—Se defendió y él agrandó los ojos y tartamudeó algunas palabras que no se entendieron.

-Ese no es el punto.—Dijo levantándose del sillón y caminando de un lado a otro de la habitación.

-¡Ayer debías descansar! ¿¡como se te ocurre mezclar tus medicamentos con alcohol!? ¡pudo pasarte cualquier cosa!.—Gritó molesta y ella frunció el ceño molesta.

-¡Solo fue una vez! ¡Estas exagerando!.—Le contestó y el volvió a mirarla con molestia.

-¿¡Cuidar de ti es exagerar!? ¡Eres mi mujer! ¡Es mi obligación!.—Exclamó Gabriel con rabia.

-¡También debes cuidar de mi emocionalmente! ¿¡Crees que me gusta estar aquí encerrada!? ¿¡No crees que me canso!? ¿¡que me siento sola!?.—Rebecca ya no estaba jugando, de verdad estaba molesta, se había dicho a sí misma que haría lo que él le pidiera, después de todo era por su bien, pero a veces la impotencia de no poder manejar su vida le ganaba.

-¡Cassandra es una pésima influencia para ti! ¡no quiero que la vuelvas a ver!.—Le exigió acercándose a Rebecca hasta quedar a solo centímetros.

-¡Tú no puedes ordenarme eso! ¡No tienes derecho!.—Rebecca alzó la voz, pero al mismo tiempo desvió su mirada lejos de sus ojos, no podía evitar sentirse intimidada.

Escuchó la respiración de Gabriel con fuerza, estaba iracundo su mi reacción.

-Serás mi esposa, así que si tengo todo el derecho.—Dijo con la voz más baja y más fría.

-¡Esposa no significa esclava! ¡Además aun no firmo nada!.—Exclamó la Eneriz de forma orgullosa y un tanto herida.

Su relación era extraña, lo amaba con toda el alma, pero Gabriel debería comprenderla aunque sea un poco, nadie nunca le había impedido salir a ningún lado. no le había prohibido tener las amistades que quisiera, se sentía asfixiada y lo peor de todo es que él ni siquiera estaba a su lado, no se imaginaba su futuro despertando encerrada y con la única visita de Neil, esperando ansiosa ver que Gabriel llegaba tarde en la noche, porque sabía que en algún momento eso pasaría. el trabajo aumentaría mientras iría creciendo su imperio empresarial, y ella se quedaría abandonada, ni siquiera podían hablar de sus estudios futuros, a él no le agradabs que saliera.

Mi forma de amarte [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora