Capítulo 60

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Gabriel.

El Ifriqia siempre se había considerado como alguien capaz de conservar la calma incluso en la peor de las situaciones, sus empleados y la gente que creía conocerlo envidiaban su capacidad de mantener todo bajo control y en calma. Quizás lo consideraban que había sido un tipo de "Rey" en su vida pasada, pero en aquellos momentos el imponente Gabriel Ifriqia Colin se reducía a un simple mortal. Ahora caminaba como un león enjaulado afuera del quirófano con teléfono en mano, hablando con la abuela de su esposa.

-Si vieja por millonesima vez te digo que ya estoy en el hospital.—Contestó Gabriel molesto ante las preguntas de la anciana que ahora lo reprendía por teléfono.

-¡Es que no entiendo que demonios tienes en la cabeza! ¿¡Como se te ocurrió ir a Boston sabiendo que el bebé podría nacer pronto!?.—Gritó Úrsula por el teléfono, a lo que Gabriel tuvo que alejarlo un poco para evitar quedarse sordo. Ya podía imaginarse a la anciana, seguro que estaba de pie dando vueltas de un sitio para otro agitando los brazos.—solo se te puede ocurrir a ti salir una semana antes del parto de mi nieta.—Exclamó Úrsula suspirando.—Tu tío está como un loco, abandonó también la reunión en Boston y está llamado a la compañía aérea para que le cambien el boleto.

Gabriel iba a responder cuando escuchó un grito desgarrador desde el interior del quirófano, si alguien hubiese pasado por aquel corredor no sé hubiese imaginado ver al gran Gabriel Ifriqia temblar de temor como lo hizo. Al escuchar el grito de su esposa.

-¡Gabriel Ifriqia cuando salga de aquí te juro que yo misma te arrancaré las bolas!.—Gritó Rebecca con dolor, mientras Úrsula escuchaba todo al otro lado de la línea burlándose.

-¿Está bien? ¿Por que grita?.—Preguntó Úrsula intentando ocultar la diversión de su voz.— ¿Gabriel?

-Señor tranquilo, a sido solo una contracción.—Dijo Neil saliendo del quirófano.— todo va bien.

-Esto va a ser divertido.—Dijo Neil riendose volviendo a grabar.

-¿Por que se ríe Neil?.—Preguntó Úrsula curiosa mientras veía a Connor quién le indicaba que el tráfico no avanzaba, en cuanto la matriarca había recibido la llamada del Ifriqia había salido con urgencia rumbo al hospital. Pero debido a un accidente la carretera estaba al borde de tráfico.

- Al señor Gabriel no se le a ocurrido otra cosa mejor que pedirme que grabe el parto de su nieta.—Respondió Neil en voz alta con una sonrisa, mientras Gabriel le juraba en susurros que lo mataría.

-Eso esta genial Neil.—Contestó Úrsula al otro lado del teléfono emocionada.— Quiero el vídeo desde todos los ángulos.

- Eso esta hecho señora.—Respondió el Bennett mientras daba vueltas por toda la habitación, hasta que se puso frente a la Eneriz.

-¡Neil Allard Bennett!.—Gritó Rebecca avergonzada y adolorida.—¡ni se te ocurra grabar mis partes!.—Exclamó apuntandole con el dedo avergonzada.—¡Eso no le interesa a nadie!

-¡Neil ni se te ocurra grabar a mi esposa ahí abajo!.—se escucharon los gritos de Gabriel y Úrsula entre disgustados y furiosos.

-Rebecca querida ¿como te encuentras?.—Preguntó Úrsula, Gabriel había puesto el altavoz para que su ángel pudiese hablar.

- Por favor que no me pregunte nadie más eso.—Suplicó cerrando con fuerza los ojos.—Abuela ¿dónde estás?

Úrsula iba a responder cuando la doctora Gía entró corriendo al quirófano, Gabriel supo que la hora había llegado. Por lo que sin dejar que la anciana respondiera colgó el teléfono y siguió a Cassandra quién también entró buscándolo, en sus manos llevaba una bata de hospital, un cubrebocas y una gorra para su cabello. Sin perder tiempo se colocó la bata sobre su ropa de trabajo mientras le pedía a Neil que saliera de la habitación, Entre Cassandra y Gía comenzaron el proceso mientras la doctora Matteo le indicaba a Gabriel que se colocará junto a Rebecca.

-Llegó la hora ángel te necesito fuerte y valiente ¿De acuerdo nena?.—Preguntó Gabriel con ternura acariciando su mejilla, Rebecca entre lágrimas de dolor le dedicó una leve sonrisa. Sonrisa que desapareció al sentir nuevamente una contracción.

- Bueno Rebecca vamos a comenzar.—Indicó Cassandra frente a ella.— Cuando La doctora Gía te diga pujas con todas tus fuerzas ¿de acuerdo?.—Rebecca asintió, mientras Gabriel tomaba con fuerzas su mano intentando calmarla.— bien allá vamos puja, puja ,puja, ¡Detente! lo estas haciendo bien Rebecca

Gabriel sentía que en cualquier momento perdería su mano pero ambos sabían que el dolor valía la pena, la Eneriz pasó más de una hora pujando, el dolor que estaba sintiendo era indescriptible, todo por culpa de su esposo que juraba se haría la vasectomía.

-Veo la cabeza.—Exclamó alegremente Cassandra.—sigue así Rebecca vamos bien.

Gabriel se sentía culpable por causarle tanto dolor a su ángel y deseaba más que nadie cambiar de lugar con ella y sufrir ese dolor en su lugar. Cassandra y la doctora Gía habían dicho él no soltó la mano de Rebecca en ningún momento, mientras se dedicaba a secar el sudor de la frente de su mujer y le hablaba para intentar tranquilizarla.

-Un ultimo empujon Rebecca.—Pidió la doctora Gía y la Eneriz empujó con todas sus fuerzas, hasta que la tensión en el quirófano se destruyó al escuchar un potente llanto infantil.

-¡Es un niño!.—Gritó Cassandra emocionada sosteniendo al pequeño en una manta, mientras Gabriel observaba todo en silencio. Estaba pasmado hasta que su enojo lo trajo devuelta a la tierra al ver que la doctora Gía le daba una pequeña nalgada y su pequeño empezó a llorar.

-¿¡Porque rayos hiciste eso!?.—Gritó furioso levantándose de golpe, mientras todos lo veían con una sonrisa.

-Es para comprobar si el bebé nació vivo señor Ifriqia.—Contestó con tranquilidad la mujer mientras le acercaba al pequeño.— ¿Quiere cargar a su hijo?

Gabriel sintió miedo, estaba seguro de que algo haría mal. Con cuidado y algo tembloroso se acercó un poco para poder verlo, aunque estuviera cubierto de sangre, le pareció el niño más hermoso del mundo. Gabriel tomó a su pequeño en brazos y se dió vuelta para observar a su esposa. ella tenía los ojos cubiertos de lágrimas, él le devolvió la sonrisa mientras se acercaba hasta Rebecca para que viera a su pequeño.

-Es... Es hermoso.—Dijo ella agotada y con lágrimas en los ojos, al igual que Gabriel observaban a su pequeño con ternura y amor. Hasta que Cassandra se les acercó llevando consigo un cuaderno.

-¿Ya decidieron el nombre del bebé? Por favor Rebecca, dime qué no decidiste llamarlo como el neurótico aquí presente.—Exclamó Cassandra observando con una sonrisa burlona a Gabriel quién solo le dedicó una mirada molesta.

-De hecho si, Gabriel y yo lo estuvimos pensando juntos, además de que es una sorpresa para todos... especial para Neil.—Respondió Rebecca jadeando mientras sujetaba la mano de su esposo, quién se dedicó a acariciar y besar su frente.

-No me digan que...

-Si, decidimos que nuestro primer hijo lleve el nombre de la persona que nos ayudó todo este tiempo.—Respondieron ambos viéndose con una sonrisa amorosa, mientras Cassandra entre lágrimas de ternura escribía el nombre del pequeño y le pedía a unas enfermeras que se lo llevarán para asearlo.

Neil se volverá loco cuando sepa cómo se llama su nieto.

Pensó Cassandra llevándose al bebé y pidiéndole a la doctora Gía que llevarán a Rebecca a una habitación para que pudiese descansar.

Mi forma de amarte [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora