Capítulo 37

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Rebecca.

Pronóstico del clima, una semana entera de lluvias y fuertes tormentas.

¿Pronóstico sentimental? una semana entera de lágrimas, rabietas y desesperaciones fuertes.

Observó por milésima vez la puerta de la habitación, Gabriel no había regresado desde el día en el que Rebecca se enteró de su embarazo. 

¿Había huido? ¿No quería hijos? ¡Genial! ¡Yo tampoco los quería aún!

Pero ahí estaba ella sentada junto a la ventana mirando hacia la puerta esperándolo, mientras acariciaba su vientre plano ya por costumbre.

Sus locas y adolescentes ganas de salir y brincar de lado en lado por el mundo como una maldita hippi adoradora de tofu se fueron al caño desde que su neurótico la había abandonado para irse a quien sabe donde con quien sabe quién.

Las lágrimas llenaron sus ojos rojos de nuevo mientras levantaba sus piernas delgadas y las abrazaba con sus brazos hundiendo su cabeza en sus rodillas. Si, había bajado de peso considerablemente, aunque no era su culpa al 100%.

A Gabriel junior parecía no agradarle la comida de Neil, es igual de caprichoso como su padre.

ese pensamiento la entristeció aún más.

Tomó el celular que reposaba en una mesita al lado del sillón y volvió a marcar el numero de Gabriel, obteniendo nuevamente la misma respuesta.

El número al que intenta llamar… ¡Maldita sea la contestadora!

Rebecca recorrió la lista de contactos del celular, que realmente no eran muchos, de hecho, solo tenía a Gabriel, Kara, Neil, y Cassandra.

Que vida social más mediocre… tu esposo, tu hermana, tu mayordomo y tu única amiga.

Suspiró ante lo último, se detuvo en el número de Cassandra y pidiendo internamente que contestará la llamó, pero sucedió lo mismo.

No quería pensar mal, realmente no quería hacerlo, pero ambos habían desaparecido por completo y Kara se había perdido dos días enteros en lod que no la veía. Su única compañía era Neil que le llevaba el alimento que Gabriel junior la obligaba a expulsar.

Aún no comprendía el porqué de su estado actual, ella se había cuidado. había tomado las pastillas después de la enorme falsa alarma de embarazo de la última vez. Suspiró mientras se levantaba del sillón con las pocas ganas que su cuerpo depresivo le permitía. Caminó hasta el velador y abrió el cajón, sacó las pastillas anticonceptivas y las miró detenidamente, volvió a su asiento con ellas, tomó su celular y puso en el buscador "pastillas anticonceptivas" le aparecieron variadas imágenes, pero ninguna se parecía a la que Rebecca tenía en sus manos, no quería pensar algo que no era. pero era muy tarde, las ideas se agolpaban en su cabeza.

Se levantó apretando las dichosas pastillas entre sus manos, casi corrió hasta el armario buscando alguna chaqueta que ponerse. Se puso una abrigada color negro, sus pantalones de estar en casa del mismo color le dieron una apariencia un poco sport, metió las pastillas al bolsillo de la chaqueta y salió de la habitación después de una semana.

-¿Señorita Rebecca?.—La voz sorprendida de Neil le recordó que no estaba sola, y que tenía a su guardián vigilandola y unos cuantos guardaespaldas rodeando la casa.

Mi forma de amarte [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora