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-Ese está bien guapo también

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-Ese está bien guapo también.-Concordó Ovidio con Yesenia, ambos manejando mi iPad a su antojo, revisando mi galería de fotos que tomé durante este tiempo, con amigos, con Ethan, de viajes alrededor del mundo.

-Es mi prometido-Elevó sus cejas haciendo una mueca extraña con su boca.

-Pues tienes un buen gusto pero...-Siguió pasando las imágenes hasta que se detuvo en una que  había tomado en París, más precisamente frente a la Torre Eiffel y abrazada con Pierre luego de haber cerrado unos contratos entre ambos.

-¿Quién es ese papi shulo, carnalita? Está bien...

-Está bien guapo.-Admitió Ovidio al mismo tiempo en que sus hermanos entraban y quedaban estáticos al oír la confesión de el Ratón.

-Uno usa calzón de vieja y otro le dice guapo a un hombre.-Alfredo hizo a un lado a Yesenia para sentarse él.-¿Qué les estás haciendo a mis carnales?

-Yo sólo estaba haciendo videollamada con mi prometido y ellos se la dieron de chismosos.

-Papá mira lo guapo que es mi cuñado.-Yesenia tomó el iPad de mis manos y fue hasta mi padre quien recién entraba a la sala con un cuerno de chivo en una de sus manos. Luego de dejarla descansar a un lado de su sofá, especialmente enviado a hacer para él, se colocó sus lentes y se sentó. Mi hermana se adueñó del aparato enseñándole las mismas fotos que anteriormente había visto el Guzmán, entreteniéndose así por unos cuantos segundos.

-Pero siéntate Iván que ya no estás como para crecer, mijo-Dijo al ver que era el único parado en medio de la sala-¿Quién es él, Atenea?

-¿No cierto que está bien guapo, Don Mayo? Yo le dije a su hija.

-Cállate, Ovidio. Princesa ¿Quién es él?-Fruncí el ceño intentando ver la imagen desde la distancia.

-Él es...

-Un pinche naco que le coquetea a su hija, señor.-Miré incrédula a Iván.

-¿Cómo así, ahijado?

-Pues sí, lo conocí cuando me encargó a la Diosita y con todo respeto déjeme decirle, es un pinche baboso lanzado.

-¿Eso es cierto, Atenea?

-¡Ay papá! ¿Qué puede saber este idiota de mis amigos?-Me levanté enfadada del sofá, haciendo gestos al aire con mis brazos.-Somos socios de un proyecto y por alguna extraña razón nos reencontramos aquí en Culiacán luego de meses sin contacto. ¡Pero que respete este imbécil porque ni siquiera lo conoce!

-Princesa no grites.

-¡No papá, ya me tiene cansada este bueno para na...!

-Atenea, yo sé como es Pierre, no me hace falta que nadie me diga nada.

-Si papá pero...-Me giré a verlo confundida al percatarme lo que había dicho.-¿Lo conoces?

-Es uno de mis tantos ahijados, mija.

A Veces | Iván Guzmán| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora