48

5.5K 370 73
                                    

Bebí desde mi botella el agua que había enviado a que me consiguieran mientras me sentaba al borde de la puerta de la caja de la troca, ya desocupada, donde habían traído los juguetes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bebí desde mi botella el agua que había enviado a que me consiguieran mientras me sentaba al borde de la puerta de la caja de la troca, ya desocupada, donde habían traído los juguetes. Porque sí, no había tenido más opción que venir a repartirlos, o ver como los demás lo hacían, sino quería quedarme con mis amigos, Ovidio, y Katia en la hacienda de mi padre, además de que no le daría el gusto a Yesenia con la que habíamos mantenido una discusión al llamarme creída y fresa .

Me abracé a mí misma viendo como al atardecer caía sobre Sinaloa, extrañamente la temperatura era un poco baja y yo no me había preparado para eso, en consecuencia ahora no podía evitar tiritar por el frío.

-Quedan dos camiones y el anochecer nos está ganando.-Dijo Alfredo llegando a donde estaba, acompañado de mi hermana e Iván. En sus caras se podía notar el cansancio que tenían y los comprendía, además de conversar con las personas a las cuales les entregaban los presentes, ya eran más de cinco puntos los que habíamos recorrido durante el día.-Lo mejor será dividirnos y así terminar más rápido.

-Pues hermanos con herman...

-Yo no pienso ir con la fresa de Atenea.-Yesenia interrumpió a Iván.-Me dejará haciendo todo el trabajo sola y no ha dejado de quej...

-Bueno sí, vamos Archivaldo.-Bajando con un salto desde donde estaba sentada, sin dirigirle la mirada a nadie, fui hasta el lado del piloto en la troca y me preparé para conducir. Segundos más tarde, el dueño del vehículo se subió a mí lado.

Le di una última mirada al gps, me aseguré que las demás camionetas que nos escoltarían vinieran detrás nuestro y comencé a conducir.

-¿Neta no piensas hablar con Yesenia? No lo dijo en mal plan.

-Ya lo sé Iván, pero no es así. Aquí todos me tienen como una bruta y desalmada, que se olvidó de dónde viene por el simple hecho de que no quiero seguir sus pasos y porque me fui a vivir y hacer mi vida al otro lado, y no es así.

-Todos sabemos cómo eres, simplemente que a veces es difícil oírte decir algunas cosas que antes ni siquiera las hubieses pensado.

-A veces...-Probé cómo sonaba aquello en mi boca.-Que expresión fea.

-¿Por qué? Tu siempre tienes problemas con las palabras.-Comentó él bebiendo de mi botella.

-A veces, no confirma ni niega nada, es una expresión neutra...-Él asintió y por los próximos minutos en los que sólo me dediqué a conducir en silencio, él se dedicó a ver el paisaje y el atardecer.-¿Tienes frío? Estás temblando.-Dijo Iván una vez que volvimos a repetir el procesa que las veces anteriores, llegar a dónde había algún pequeño tumulto de personas ya esperando en el camión.

-Sólo un poco.-Musité.

-¿Quieres mi chamarra?

-No gra... ¿Para qué me preguntas si vas a hacer lo que te de la gana?-Pregunté realmente molesta sintiendo la pesada tela de su campera sobre mis hombros. ÉL simplemente rió, pasó un brazo por mi cintura y antes de que pudiera reaccionar o golpearlo, robó un pequeño beso de mis labios, marchándose y perdiéndose a paso rápido entre la personas.-Pinche naco, inútil.-Mascullé intentando seguirle el paso, si ya quería largarme de aquí, lo mejor sería al menos ayudar con el control de las familias.

A Veces | Iván Guzmán| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora