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El aire del que no me había percatado que había estado conteniendo, salió por mi boca saliendo de los brazos de Gerardo y mirando a Manuel

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El aire del que no me había percatado que había estado conteniendo, salió por mi boca saliendo de los brazos de Gerardo y mirando a Manuel.

-Ustedes se encargan de explicarle a Iván porque ni yo comprendo esto y tu ven conmigo.

-¡No Atenea, ven aquí!

-No, no, no ella es lo suficientemente grandecita para saber lo que hace.

-¡Tu cállate pinche Manuel!

-¡No me callo nada, Gerardo es mi compa y yo lo invité porque Atenea quería verlo!-Evité hacer una mueca porque no lo consideraba prudente pero ¿Yo qué tenía que ver en esto?-Además para que vean el corrido tan vergas que me hizo. 

-Qué corrido ni qué corrido, cabrón. Los más chingones son los que me ha hecho a mí.

Rodé los ojos por las inmadureces por las que discutían, ignorando a Iván tomé la mano de Ortiz y lo arrastré conmigo hacia el interior del amplio baño que había en el cuarto, evitando cualquier situación o relación que se podría establecer entre mi acompañante y Archivaldo.

Rasqué con nerviosismo mis manos al no saber qué decir, por primera vez y como en escasas situaciones mi mente se había nublado y no sabía qué palabras utilizar.


°°°


-¡Soy hijo del licenciado, de Culiacán y mi gente siempre he tenido el respaldo!-Por razones obvias cuando Gerardo se nos había unido y entre canciones y corridos todo se había transformado en un improvisado karaoke de seis personas borrachas, nos habíamos trasladado al salón exterior donde siempre se realizaban los eventos, alejado de los cuartos donde descansaban mis padres y Serafín.-¡Tengo buenas amistades y siempre lo ha comprobado!

Así como estábamos, abrazados en fila los cinco y siendo filmados por un risueño Gerardo, Tyler y Pierre formaron una ronda estirando sus labios en un puchero.

-¡Beso de a cinco!

Aquel acto se había vuelto costumbre hacerlo cuando sólo éramos nosotros cuatro siendo unos adolescentes y terminábamos con algún que otro encargo que nuestros padres nos podrían delegar acorde a su trabajo y a los supuestos futuros puestos en el negocio. Claro estaba que era algo que realizábamos por la adrenalina que nos causaba el que nos descubrieran haciendo aquello, un simple toque de labios y nada más, pero que tantos problemas nos podría traer, principalmente con mi padre y el de Manuel.

Cinco detonaciones hicieron que nuestras risas, bailes torpes y el futuro pico, se viera interrumpido.

-Ya valimos-Susurró Gabino sentándose a un lado de Gerardo.

-Papá dice que le des un cuarto a Gerardo, que tus amigotes ya se vayan a dormir y que yo te escolte hasta tu cuarto.-Un Vicente despeinado, notablemente recién despertado y algo aturdido volviendo a enfundar su arma, hizo señas explicando lo que decía.

A Veces | Iván Guzmán| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora