Gemí de dolor al sentir como la cuerda que tenía atrapadas mis muñecas, quemaba y abría la piel de esa zona al intentar una vez más librarme de ellas. No sabía dónde estaba, quién me habían secuestrado, para qué o hace cuánto que estaba aquí, pero el dolor en mi espalda y el líquido caliente escurriendose en mis dedos, saliendo de mis heridas, me hacían deducir que llevaba unas cuantas horas amarrada a esta silla, vendada de ojos y con algo en mi cabeza cubriéndola.
Un diálogo en lo que parecía ser fuera de dónde yo me encontraba, me hizo dejar de forcejear sin poder evitar que el miedo se incrementara cada vez más en mí.
-Déjame a mí papá, yo te aseguro que voy a conseguir que larguen todo y hasta más rápido de lo que crees, déjamela a mí.
-Que no, Eugen, te conozco. Van a largar todo y luego si te dejo que te encargues de esta chulada y sus mosqueteros.-Aquellas voces se hicieron más fuerte cuando abrieron una puerta y sus pasos se detuvieron justo a mí lado.-Quién iba a decir que los pendejos de ese cartel tendrían una hija tan bonita.
Moví mi cabeza en busca de hacer caer la venda que apretaba mis ojos después de que sacaran lo que parecía ser una bolsa de tela.
Más tarde, la venda también cayó.
Por unos momentos creí olvidar como se respiraba y tragaba saliva, sintiendo como si me hubiesen dado un duro golpe en la boca de mi estómago produciendo náuseas, o sólo me lo produjo el ver al mayor enemigo de mi padre, de Don Joaquín en su momento y de sus tres hijos en la actualidad, a quién reconocía como su hijo y sorprendentemente a Manuel y su padre frente a mí, viéndome con una sonrisa retorcida en su rostro y sosteniendo cables en sus manos. Tragué en seco al saber y deducir qué harían con ellos.
ººº
-¡¿Cómo pudiste dejar que se llevaran así a mi hermana?! Maldito perro hijo d...
-¡Serafín basta! Todos estamos nerviosos pero esa no es la solución.-Su madre lo reprendió revolviendo entre cajas grandes cantidades de papeles.-Mejor ayúdame a buscar ese código para encontrar a tu hermana.
-¿Para qué servirá ese código?-Consultó Iván sin quitar su mirada del computador en el que el técnico especializado en rastrear, intentaba ingresar al chip que tenía Atenea.
-Ese código es la contraseña del rastreador que tiene Atenea implantado bajo su piel.-Respondió Alejandrina sin dejar de buscar una y otra vez entre las cajas con papeles esparcidos por toda la sala.
-Patrón, encontramos quién tenía el rastreador de la señorita.-Uno de los empleados se dirigió a Ismael, quien recién llegaba con Iván de buscar por prácticamente todo Culiacán a su pequeña niña.-Lo encontramos en el estómago de un cocodrilo.
Alejandrina se sintió desfallecer al imaginar lo peor, jamás se ni le perdonaría a Iván que a Atenea le haya sucedido algo, que su niña acabara de esa forma producto de una venganza.
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A Veces | Iván Guzmán| TERMINADA
Fanfikce-A veces te amo, a veces te odio. Pero cuando te odio, es porque te amo.-Sentenció el hombre dejándose llevar por todos aquellos sentimientos que se habían contenido por tanto tiempo y terminó con los pocos centímetros que había entre ellos sellando...