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-¡Bueno ya! ¿Qué son esos gritos, Alejandrina? Parece una pelea de gallos

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-¡Bueno ya! ¿Qué son esos gritos, Alejandrina? Parece una pelea de gallos.

Reí irónica y volví a mis maletas cuando mi padre entró a la habitación con su pijama puesto y su cabello revuelto.

-Atenea que se las da...

-¡Ya Iván! Si te dejamos entrar fue porque eras el único valiente para disculparte, no para que la alteres más.-Al estar de espaldas, no pude ver la reacción de Iván ante el regaño de Ismael, pero estaba segura que se había cruzado de brazos, fruncido el ceño y rodado los ojos.-¿Y tu Atenea qué haces?

-Me voy ¿Qué no es obvio?

-¿Y a dónde?

Rodé los ojos parándome con mi outfit compuesto por un simple vestido negro entallado al cuerpo y tacones dorados, entré al baño cerrando d eun portazo pero segundos después la volví a abrir.

-Para cuando salga no quiero a ninguno en mi habitación, tampoco quiero escoltas y no sé cuando vuelvo.-Ahora sí, cerré la puerta con traba y me observé en el espejo. Realmente me veía mal, las pequeñas bolsas y ojeras debajo de mis ojos, así como estos que estaban hinchados y rojos por tanto llorar, mi rostro hinchado y mis labios de un tono más oscuro a lo normal, hacían evidente mi estado. Pero no quería seguir en esta casa y tampoco tenía a dónde ir, por lo que no tenía otra opción que pasar la noche en algún bar o antro digno.

-Tu no vas a salir así a ningún lado.-La toalla que se encontraba en mis manos y con la que anteriormente secaba mi cabello, se deslizó de mis manos a causa del susto.

-Creo que dije lo suficientemente claro que no quería a nadie aquí, menos a ustedes tres.-

-Echale la culpa a Iv...-Ovidio recibió un golpe con el almohadón por parte de Alfredo.

Gateé hasta el medio de la cama, donde Alfredo jugaba con mi teléfono en sus manos y se lo quité.

-Quiero se vayan pero ya.

-Y yo también quiero tantas cosas pero no se puede.

-¿El mimado de Iván Archivaldo Guzmán no puede conseguir algo? ¿Te diste cuenta que el dinero y el ego no lo consiguen todo o qué?

-La neta sí.-Quité la mirada de mi celular para posarla en el Guzmán del medio. ¿Desde cuándo me daba la razón en alguna provocación que le hacía?-Digo, debemos ser los más ricos de todo México y sin embargo no podemos comprar la libertad de mi apá, no puedo borrarte de mi vista...

-Lo primero no lo hacen por pendejos que no piensan y lo último, tu mismo lo provocaste y lamento decirte que es muy probable que me tengas que ver de por vida aquí.-Le sonreí sarcástica antes de volver a meterme al baño en busca de mi maquillaje y comenzar a maquillarme, oyendo de fondo la película romántica que anteriormente estaba viendo.

Una vez lista, salí al cuarto donde se encontraban los tres Chapitos viendo atentamente al televisor. Quise reír pero me contuve, aun estaba enojada con todos ellos por lo que ignorándolos, tomé mi bolso, metí lo primordial y al notar lo concentrados que ellos estaban, salí de la habitación con sigilo evitando encontrarme con alguien más.

A Veces | Iván Guzmán| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora