-A veces te amo, a veces te odio. Pero cuando te odio, es porque te amo.-Sentenció el hombre dejándose llevar por todos aquellos sentimientos que se habían contenido por tanto tiempo y terminó con los pocos centímetros que había entre ellos sellando...
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-Familia Zambada y hermanos Guzmán: Los comprenderé si me califican como egoísta, como desalmada y mala hija, mala hermana, mala cuñada o mala tía, pero las despedidas ya no son lo mío. Es doloroso irme, dejar mi entorno íntimo y renunciar al contacto con mis seres queridos y más cercanos, sin embargo, más doloroso y triste es sentirme incómoda, insegura y en peligro en el propio seno de mi familia hasta el punto de no poder llegar a valorar ni disfrutar las comodidades, los lujos, el entorno y el amor de las personas que me rodeaban.
A veces esas sensaciones por más simples que parezcan te desbordan y comprendes que no puedes forzar las cosas, por más que ustedes sean mi familia considero que mi hogar no es aquí, por lo que con todo el dolor del mundo decidí asumir el vacío, la duda y la tristeza por la que pasé hace ocho, casi nueve, años emprendiendo otro largo viaje, pero esta vez y por algún motivo con todas esas emociones multiplicadas. Es por ello que a pesar de haberme marchado de ésta forma tan cobarde, les ruego que el contacto no se pierda.
--Mamá, papá, no tomen esto como un desprecio. Vicente, Serafín y Yesenia, espero vernos y que ésta despedida no interfiera en una futura relación con ustedes y mis sobrinos. Ovidio y Alfredo, sigan haciendo molestar como siempre a Iván, sigan haciendo esos videos tontos que algún día los hará acabar mal como dice su hermano y déjenle toda la chamba a él, pero por favor cuídense y cuiden a mis hermanos (Y no permitan que la bastarda asuma ni obtenga poder), e Iván... chinga tu madre pendejo.- Los presentes en la sala rieron entre alguna que otra lágrima.-Hasta pronto familia, los quiero.-Don Mayo finalizó la carta y la dobló por la mitad, posando su mirada en cualquier otro punto que no les permitiera a todas las personas que se habían nombrado en la cartam menos Iván, vieran que se encontraban llorando como un niño que acababa de perder lo más preciado que tenía.
Afortunadamente, su esposa lo notó y acabó abrazándolo, con un nudo en su garganta pero sin sorprenderse o dolerle la partida de su hija. Ella sabía como es Atenea, toda madre sabe y conoce como es su hijo. Atenea al sentirse presionada con el estúpido plan de Ismael e Iván, el reciente secuestro y tortura además de haber tenido escasos momentos de privacidad en aquella casa, había salido escapando, buscando paz y la estabilidad que en su hogar tenía.
-¡Yo les dije que no la presionaran!-Alejandrina soltó a Ismael cuando sus sollozos se calmaron.-Atenea es una mujer, es adulta y ella debe y tiene el derecho de decidir de quién enamorarse, con quién casarse, la vida y el trabajo que quiere para ella. ¡Pero no! ¡Ustedes pinches necios tenían que entrometerse y forzar algo que ella no sentía ni quería!
-¿A qué te refieres mamá?
-Atenea todos estos años se ha sentido usada y burlada por Iván, odio el negocio desde que atentaron contra su vida, la de Joaquín y sus tres hijos intentando derribar aquella avión en la que iba, pero más lo detesto al creer que Joaquín se sentía poderoso para entrometerse entre ellos, sólo por su cargo.
