El resto del fin de semana pasó como los días anteriores, yo estaba deseando que llegara el lunes para volver a mi rutina habitual, de hecho la noche del domingo le dije a Marina que prefería dormir en mi casa, en algún momento tendría que volver allí aunque eso implicara que esa noche no durmiera con ella. De alguna manera me había acostumbrado a hacerlo a su lado cada noche y esa noche me costó conciliar el sueño. El jueves era el acto de final de curso de la academia y la semana se avecinaba algo estresante, entre eso y los ensayos tenía poco tiempo para pensar demasiado en otras cosas lo que agradecí enormemente.
El lunes me levanté con más energía que nunca, creo que las ganas que tenía de trabajar debían ser una enfermedad o algo parecido. Cuando llegué mis alumnos, como era de esperar, me preguntaron qué me había pasado y yo les expliqué que había tenido una crisis de ansiedad pero nada grave que no le dieran importancia que ya estaba bien. Con Claudia estuvimos preparando la canción que íbamos a tocar las dos, le pedí un pequeño favorcito y es que hiciéramos una segunda canción, esa no era otra que "Hoy tengo ganas de ti", quería que fuera en cierto modo sorpresa para Marina porque una vez comentó que era una de las canciones que más cosas le hacía sentir. Se lo expliqué a Claudia y accedió encantada.
Por la tarde tuvimos ensayo Yonkola y luego el grupo de profesores, con mi grupo me puse tan pesada como siempre con el tema de que se tomaran en serio los ensayos y ellos rieron. Después Rafael y yo fuimos al instituto para reunirnos con el resto de los profesores y también con Marina a la que no había visto desde la tarde del día anterior, demasiado tiempo sin verla. Eso se notaba en el ambiente ya que cada vez que estábamos solas o estaba solo Rafael saltaban chispas entre nosotras, aunque ella siguiera extendiendo el castigo que me había impuesto la semana anterior y no pasara de la mera provocación conmigo. Me consta que Rafael les había pedido a sus compañeros que no insinuaran más que entre él y Marina había algo porque aquello se había acabado hace tiempo, más cuando aquel día también hicieron algunos comentarios que yo preferí no escuchar. No les culpo, no sabían de la misa la mitad.
Aquella noche volvimos a dormir cada una en nuestra casa, aunque sí que estuvimos cenando juntas fuera. En parte estaba deseando que pasara esta semana para volver a estar con ella como siempre. Lo cierto es que la razón por la que no dormíamos juntas era porque ambas nos concentrábamos mejor si estábamos solas y yo era muy fan de trabajar de noche y tener las tardes libres y ella al revés, aunque a estas alturas ni ella ni yo tuviéramos ni mañanas, ni tardes, ni noches libres.
El martes fue muy similar, en la academia ya estaba todo listo, agradecí no tener que encargarme de la organización del acto en sí (como había hecho el año anterior) ya que me excusé en que tenía demasiadas cosas que hacer y también en "mi estado de salud" o eso había dicho el director. No me quejé tampoco por ello. Esa noche le pedí a Marina dormir con ella, apenas nos habíamos visto en estos días y la echaba de menos en mis noches, aunque dormir abrazadas fuera deporte de riesgo debido a las altas temperaturas. El aire acondicionado no era bueno para dormir, siempre que lo ponía en casa y me quedaba dormida mi garganta se resentía y esta semana no me lo podía permitir. Fue ella la que decidió quedarse a dormir en mi casa, por la mañana la llevé hasta su trabajo, era miércoles y yo quería aprovechar para arreglar la puerta de casa, el casero me había dicho que no me preocupara (le conté lo que pasó, que tuvieron que forzarla porque yo no podía abrir) que lo cubría el seguro pero que hiciera yo lo necesario. Poco a poco volvíamos a la normalidad de nuestra relación aunque ella siguiera jugando a dejarme con las ganas, ya ni siquiera me esforzaba en insistirle lo más mínimo, sabía que ella tampoco aguantaría mucho más pues a ella misma le costaba separarse de mi. Cuando llegamos hasta la puerta del instituto le robé un fugaz beso en los labios, ella no me apartó a pesar de que había algunas personas delante, de hecho a algunos los identifiqué como compañeros suyos, no es que estuvieran mirando ni nada, no creo que fuera tan interesante que alguien, fuera quien fuera, llevara a Marina al trabajo. Ella me dio un nuevo beso antes de salir del coche.
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Me quedo contigo
RomanceAna es una chica de 26 años que canta en el grupo de versiones rock "Yonkola", su vida está dedicada a la música, la poesía y el abuso de drogas y alcohol al que somete su cuerpo cada fin de semana. Hace dos años llegó a Sevilla y fue allí cuando co...