Narra Poché.
-¿Podrías quitar la canción? Tienes una hora en modo repeat.- Valentina dijo cuando entró a la habitación. -Ya se han llevado lo último que quedaba en la habitación de Emma.
-Gracias.- fingí una sonrisa mientras me acurrucaba más entre las sábanas. -Acompáñame a escuchar esta obra de arte.- di dos golpes a la cama.
Valentina suspiró antes de acomodarse a mi lado, la canción empezó y los recuerdos de los últimos dos días llegaron. Los ataques se habían controlado debido a que los medicamentos habían vuelto a mi sistema.
-¿Quieres saberlo?- pregunté mientras me acomodaba contra el respaldar de la cama.
-Desde hace dos días.- respondió mi hermana.
-Estaba aquí con su novio.- comencé. -Y sé que le pedí tiempo pero...- miré a Valentina, ella estaba atenta a lo que decía. -simplemente no pensé que aún siguiera con él.
-¿Siguiera?
Asentí. -Se conocieron en la universidad, cuando comenzamos lo... Lo que sea que teníamos, ella ya estaba con ese chico. Tal vez creyó que esto era un juego para mí y jugó.
-¿estás segura de lo que dices?
-Valentina, tengo fotos.- suspiré. -Ahora todo cuadra, ¿sabes? Las salidas diciendo que estaba con Kim o su padre, la vez que fue al bar con los chicos y desapareció. La vez que me quedé con Emma y dijo que almorzaría con su padre. También la vieron paseando con Emma y él.
-La última vez que salió y no quiso que cuidara de Emma...- Vale susurró. -Mira yo no soy buena con los consejos pero... Dale tiempo, se nota que la quieres de verdad y ella...
-No.- la paré colocando mi mano en su boca. -No quiero saber como está ella.- seguí. -En noche vieja dijo que pasaría en casa de Kim y Kim dijo que pasaría con sus padres... Germán dijo que la había pasado conmigo.- decir aquello dolía. -Ella jugó conmigo, con lo que yo sentía y...
-Ella no sabía lo que quiere, pero está muy arrepentida.- Valentina se levantó de la cama dispuesta a irse. -Sigue hundiéndote en la miseria por hoy, mañana comienzan las clases y te necesito bien.- lanzó un beso antes de salir y cerrar la puerta detrás de ella.
Estaba perdida, confundida y dolida.
-¿Sabes lo que son las relaciones tóxicas?- mi psicólogo me miró con atención mientras esperaba una respuesta de mi parte. Asentí. -Pues esa relación, con la tal Daniela, es una de esas relaciones.
-¿Por el hecho de que quiera darle otra oportunidad?
-Sólo te estás haciendo daño.- dijo él convencido. -Mira, a veces no sabemos reconocer que estamos en una situación de esas hasta que vemos las relaciones de los demás. El querer verla para hablar sobre lo sucedido tal vez no sea la mejor opción para ti en estos momentos.
-Sólo vamos a hablar.- insistí. -Además, estaré con algunos problemas en mi cerebro pero no soy tan estúpida como para darle otra oportunidad.
-¿Cómo te fue con Sarah?- preguntó luego de que me quedé en silencio. El tan sólo escuchar su nombre me producía la misma sensación de siempre. -La última vez que viniste... Antes de tus ataques, dijiste que te había contactado.
-Está en California.- dije mirando mis manos. -Soltera y pensando siempre en mí.- una risa nasal salió y luego levanté la vista. -Es estúpido que siga pensando en mí.- rodé los ojos y me acomodé nuevamente en el sillón.
-¿Por qué?- preguntó él.
Eso era lo mismo que me preguntaba desde que Sarita volvió a mi vida.