Narra Poché.
Terminamos de hacer mercado y Emma seguía repitiendo que me amaba y que gustaba de Polo y Natalie. Las personas nos miraban con curiosidad y ella sólo movía su mano de un lado a otro saludando a aquellos que le miraban.
–¿Sí?- respondí apenas subimos al auto.
Había sido difícil tomando en cuenta que tenía que subir las bolsas de tela y a Emma, quien odiaba estar sola en el coche.
–¿Dónde están? Vengo llegando al apartamento con las chicas.
–Estuvimos con Natalie.- Emma gritó con emoción. –Natalie es bonita y es la novio. de mami.- agregó causando que yo la mirara confundida, lo único que deseaba era ver el rostro de Daniela.
–¿Quién es Natalie?- Daniela cuestionó, podía escuchar las voces de las chicas de fondo.
–La novia de mami.- insistió Emma causando que yo riera.
–Natalie es una compañera de trabajo, debo colgar porque estoy conduciendo...
–No es cierto.- Emma dijo con naturaleza, rodé los ojos antes de colgar la llamada y mirar a Emma. –Tú y mamá siempre dicen que no debemos de decir mentiras.
–Lo siento... No lo volveré a hacer.
–¿Lo prometes?- preguntó ella ladeando su cabeza.
–Lo prometo.- sonreí antes de encender el auto y emprender camino al apartamento.
Con ayuda de las chicas, logré llevar las bolsas dentro del apartamento. Emma seguía hablando de Polo y Natalie, al parecer no se le olvidaría nunca.
–¿Poliamorosa?- se burló Kim mientras terminaba de picar la verdura para la ensalada.
–Yo creo que más bien quiere decir que le cae bien Polo...- Sofía dijo dando vuelta a la pechuga que se cocinaba en el fuego.
–Insisto... ¿Quién es Natalie?- Lucía repitió por segunda vez.
Daniela había ido al baño para duchar a Emma, así que sólo estábamos nosotras.
–Al parecer una chica guapa, Emma gusta de ella.- Kim agregó. –Daniela se puso brava luego de que colgaste.- continuó.–Sí...- agregaron las otras dos chicas.
El resto de la tarde fue de actualización, hablé con Laura unos minutos antes de que las chicas se fueran y luego nos quedamos nuevamente solas en el apartamento.
Emma había caído rendida apenas almorzó, Daniela estaba haciendo algunos deberes y yo sólo practicaba un poco más el noruego. Sí, había decidido tomar clases de noruego en línea, aunque no era un idioma que se hablara mucho me parecía tan lindo.
–¿Dan?- pregunté llamando su atención, aunque no me miraba directamente. –¿Estás molesta por lo que dijo Emma?- evitaba reír a toda costa, no quería hacerla enojar aún más.
–No.- se limitó a responder mientras cerraba su carpeta. –Aunque creo que no es bueno que estés presentando a mi hija a cualquier mujer.
Bufé mientras cerraba la portátil y la dejaba sobre la mesita de centro. –No es cualquier mujer, es una compañera de trabajo... Que a tu hija le cayó muy bien.- agregué llamando su atención completamente. –No puedes molestarte así nomas por cosas que diga Emma, ella aún es pequeña y no entiende al 100% las situaciones.