57. La mamá de Daniela.

3.1K 260 13
                                    

Narra Poché.

Obviamente no había olvidado nuestra cita nocturna, la había planeado por meses; cuando Daniela confesó que anhelaba que su madre fuese parte de la vida de su hija.

Fue difícil, bastante. Pero al final logré convencer a la mujer de aceptar una videollamada por parte de su hija.

No lo había olvidado, a pesar de la mierda de días que había tenido últimamente. El viaje de regreso a casa se hizo más largo debido a que Daniela paró en un Mc Donalds para comprar la cena.

Un mensaje de Mafe, la madre de Daniela, llegó apenas ella aparcó en nuestro sitio habitual.

–¿Quién es?- preguntó ella mientras tomaba las bolsas de la cena.

–La sorpresa.- fingí seriedad y luego salí del auto. Tomé las tres correas de los perros y Daniela se encargó de bajar a Emma.

Apenas entramos al apartamento, los tres canes corrieron al lugar habitual donde dormían. Emma los siguió a paso lento y se sentó entre los tres, miré a Daniela mientras ella sacaba la cena de la bolsa.

–Ire por mi laptop.- avisé dejando un beso en su mejilla y luego me perdí en el pasillo.

¿Que si estaba nerviosa? Demasiado.
Aún recordaba las palabras de María Fernanda, según ella no tenía por qué hablar con su hija; aunque se encontraba avergonzada por sus actitudes cuando Dani vivía en Miami con ella, no podía pedirle perdón. Absurdo, lo sé.

Aún así aceptó conocer a Emma y volver a ver a Daniela, aunque a Emma la conocía por las fotos que le había mostrado.

La mujer no era tan mala, sólo que un poco cabeza dura. Ni siquiera quería pensar como se pondría si supiera que Daniela y yo habíamos tenido una relación.

–¿Estás lista?- pregunté cuando llegué nuevamente a la barra, ella estaba sentada abriendo su hamburguesa.

–Primero dime que es.- pidió formando un puchero con sus labios. Negué con una sonrisa mientras me sentaba a su lado, en la barra, abrí la portátil y esperé a que se encendiera.

–La verdad, no estoy segura que tan feliz te hará esto pero... Cuando lo preparé pensé que sería algo lindo y... Que probablemente si te gustará.- abrí la aplicación de skype y comencé a marcar al contacto MFS. Sabía que si ponía su nombre ella se negaría o algo así.


Narra Daniela.

La videollamada fue respondida poco después, mamá apareció del otro lado de la pantalla causando un dolor en mi estómago.

Miré a María José con confusión y luego volví la vista a la pantalla. Mamá tenía un semblante serio, como todo el tiempo.

–¿Qué es esto?- pregunté confundida a Poché mientras dejaba mi hamburguesa nuevamente en la barra.

–Tu sorpresa.- ella esbozó una ligera sonrisa que se borró segundos después. –Dijiste que anhelabas que tu madre formara parte de tu vida otra vez y... Creo que debes de aprovechar ahora que la tienes.- ella se acercó para dejar un beso en mi frente y luego se fue cargando su cena y la de Emma.

Pronto la vi desaparecer en la habitación de mi hija con los tres canes siguiéndola. Volví mi vista a la cámara encontrándome con su oficina de fondo. Seguía igual de como la recordaba.

–¿Vives con ella?- fue lo primero que dijo cuando apareció nuevamente en la pantalla, cargaba un vaso de cristal, probablemente era ron o whisky.

–Sí. Luego de que papá eligiera tener a su nueva esposa y a su nueva hija en su casa.- dije con rencor.

–Y... ¿Cómo estás?- ella preguntó pronto. Se notaba su incomodidad.

–¿A qué viene todo esto? ¿Cómo fue que aceptaste esto? Dijiste que no querías volver a verme.- recordé sintiendo tristeza.

–Estaba molesta.- ella bufó. –Daniela, siempre te dimos todo, una excelente educación, dinero y regalos caros y tú... Tú te ibas por las noches y regresabas borracha, avergonzabas a la familia con tus comportamientos y... Te embarazaste.- ella dijo con repudio. –Aunque viéndolo bien, tu hija es linda.

–¿Cómo sabes que mi hija es...- rodé los ojos y luego recordé. –¿Poché te envió una foto?- mi madre asintió. –Mira, madre...- comencé. –No es necesario que hagas esto a la fuerza, entiendo si no quieres volver a saber nada de mi y... No entiendo porque aceptaste hablar conmigo.

–Daniela.- ella me interrumpió, bebió el líquido de un sorbo y luego cruzó sus piernas. –Siempre he estado al pendiente de ti, me hice una cuenta de instagram  para ver por lo menos pequeños trozos de tu vida y... Aún sigo metiendo dinero en tu cuenta bancaria porque... No quiero que tengas problemas económicos.

–No sólo se trata de dinero.

–No. Y por eso quiero otra oportunidad.

–Bueno, Mafe, antes de que me llenes de ilusiones tengo que decirte algo.- en verdad que no hacía falta hacer aquello, pero... Necesitaba hacerlo. –Soy bisexual y Poché es mi novia.- lo último no era 100% real.

–Lo sé.- ella dijo como si nada, mi boca probablemente chocó con la barra porque ella sonrió un poco. –Lo comencé a sospechar cuando tenías once años, te veía mirar a otras niñas... Luego estaba la forma en que defendiste a Dina.

–Pero yo lo acabo de descubrir recién.- dije confundida.

–Hija, te conozco lo suficiente para saber que querías mentirte también sobre eso. Creo que al final de cuentas yo fui la culpable de que todo esto pasara.


Narra Poché.

Dos horas y media después, con Emma bailando a un lado de Ramón y Magnus sentado en mis piernas; Daniela entró esbozando una sonrisa.

–Mi madre quiere conocer a Emma.- sus ojos estaban cristalizados pero de ellos irradiaba felicidad pura.

Me levanté y luego cogí a Emma en los brazos, me acerqué a Daniela y le entregue a su hija. Ella me tomó de la muñeca para detenerme, con una pequeña sonrisa en mis labios me acerqué a los suyos para dejarle un beso corto.

–Vamos, tú también.- dijo sacándome de la habitación, la seguí y luego las tres miramos en la pantalla, la mamá de Daniela estaba sonriendo mientras nos miraba.

Pasó otra hora, donde yo me encargaba de explicar a Emma Victoria quien era la mujer del otro lado de la pantalla, aunque ella no entendía al 100% lo que pasaba, estaba segura que en algún momento, no muy lejano, lo entendería.

Colgamos la videollamada, Emma descansaba en la alfombra rodeada de tres perros.

–Gracias.- Daniela me abrazó por la cintura y yo rodee su cuello con mis brazos. –Definitivamente, esto fue mejor de lo que siempre imaginaba.- me miró, ladee mi cabeza mientras mis dedos acariciaban su nuca.

–¿Quieres darte una ducha?- pregunté en un susurro, estaba cansada y necesitaba hacer mis deberes pendientes de la universidad.

–¿Me vas a acompañar?- preguntó ella con una sonrisa picara.

Negué separándome de ella y caminé hasta Emma. –Tú te vas a la ducha y yo a acostar a Emma y limpiar aquí.- ella me miró mientras reía.

–Creo que hemos ido lento por mucho tiempo.- murmuró siguiendome hasta la habitación de Emma.

–Bueno, no quieres pedírmelo.- me hice la difícil, la miré de reojo y ella sonreía. –Además, si sólo es para tener un buen sexo. Estoy en mis días.- mentí.

–¿Otro beso? Ya sabes, para agradecerte lo que hiciste hoy.- se acercó nuevamente. Rompí la distancia dejando que mis labios descansaran contra su mejilla.

–También te agradezco lo que has hecho por mí.- me separé y la mire con detenimiento. –Y espero que lo de tu madre mejore cada día.




Holaaa, había eliminado el capítulo en lugar de publicarlo. Tengo una pregunta, en uno de los próximos caps traerá mucho smut y cosas sexys así que preparen su lista de reproducción favorita.
Gracias por el apoyo, nos vemos en el siguiente capítulo.

ELSKER DEG; cachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora