4. It's a...

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D.

Desperté a causa del sonido de mi móvil, era sábado así que no tenía que ir a la universidad. Hoy era el día en que se cumplían los seis meses de embarazo; estaba feliz mientras miraba mi habitación, se había convertido en una acumulación de compras mías y de papá; y de regalos por parte de las chicas.

No le había contado a nadie de lo que pasó en casa de María José, ni siquiera a papá, que sólo le comenté algunos puntos.
Le enseñé las fotos que había elegido y le dije que las demás serían entregadas en su oficina.

Y así fue al lunes siguiente.

Pero luego de eso no había tenido contacto con la fotógrafa. Parecía que nada había sucedido, pero no quería apresurar las cosas; tal vez y ella no quería ser mi amiga.

Pero estaba feliz con las amigas que tenía hasta ahora. Sofía, Lucía y Kim eran todo eso que siempre deseé; tan lindas y dispuestas a entregar amor, me mimaban y hacían sentir como si siempre hubiésemos sido amigas.

Las clases en la universidad estaban siendo tranquilas, entendía la mayoría de las cosas y estaba segura que había elegido la carrera correcta.
Aunque no todos pensaban lo mismo, papá estaba seguro que con esa carrera no podría hacer mucho; pero me apoyaba.

–¿Cómo crees que sea?- Kim preguntó, había decidido venir a pasar el sábado en casa, o por lo menos la mañana.

–Aún no lo sé, pero espero que se parezca a mí.- dije con una pequeña sonrisa.

–¿Has pensado en algún nombre?

–Sí, pero aún no me decido.- la miré, estaba terminando de doblar la ropa que habíamos lavado para él bebé.

–¿Cuáles son?- dijo acomodándose mejor en la silla.

–Si es niño, me gustaría que su nombre fuese Sebastián o Santiago. Si es niña tengo la idea de Aitana, Natalia u Olga.- luego de unos segundos agregué. –Bueno, esos son los que se me han ocurrido los últimos días.

Reímos.

Y era verdad, aún no tenía un nombre exacto. Estaba entre cientos de posibilidades, además que aún no conocía el sexo del frijolito. Como decidió llamarlo Sofía.

–¿Qué te parece la idea de una revelación de sexo?- dijo Kim mientras subíamos al taxi. –No vendría mal, sería con nuestro reducido grupo de amigas.- dijo sonriendo un poco.

Íbamos camino a encontrarnos con las otras dos: Sofi y Lucy.

–Sería buena idea, pero que sea algo sencillo.- dije mirando por la ventana. Íbamos a la cafetería donde trabajaban la hermana de Lucía y la fotógrafa. –Sabes que no tengo mucho dinero, además lo estoy ahorrando para cuando nazca.

–No te preocupes por eso, será sencillo. Sólo falta elegir el lugar.- dijo con una pequeña sonrisa. –Las chicas y yo lo hemos planeado apenas ayer, sólo faltaba que aceptaras.- y eso me hizo llorar.

–Lo siento...- susurré entre lágrimas. –Las hormonas me traen loca.- me disculpé, el hombre del taxi me ofreció un pañuelo y eso hizo que llorara más.

Los siguientes días a eso fueron tranquilos, la pasaba de la universidad a casa; hablaba con las chicas todos los dias y almorzábamos juntas como de costumbre. Nos toco ir al ginecólogo a la cita mensual un martes; Kim me acompañaba, así que en un sobre le entregaron en sexo del bebé. Supuestamente ninguna sabía nada, ya que así cerrado se lo darían a la persona que haría el pastel, el globo o lo que sea que habían pensado.

No habían querido mencionar exactamente la temática de la reunión, así que sólo tenia que esperar al domingo para descubrirlo.

En casa las cosas iban mal, con papá no, pero a su esposa y a la hija de ésta no les agradaba para nada. Pero intentaba ignorarles, por el bien de todos. Así que me limitaba a no responder a sus provocaciones, sólo escuchaba y callaba.

ELSKER DEG; cachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora