Sabía que vivir con él sería de todo menos normal.
Melissa no estaba preparada para todo lo que iba a suponer vivir con un hacker que a veces parecía tener seis años de edad mental.
•Mystic Messenger FanFiction•
Seven/Luciel/Saeyoung
MICROCAPÍTULOS...
Esta vez Luciel no huiría, se había asegurado de tenerle bien aprisionado debajo de sus muslos. Sus cabellos carmesíes pasaban desapercibidos ahora que tenía la cara roja. La muchacha intentaba aguantar la risa, y lo cierto es que era muy difícil. Seven había evitado enfrentarse a los ojos pardos de la castaña, lo había conseguido por mucho tiempo, con una timidez que a Melissa le parecía realmente tierna. Pero el tiempo se acabó, y entonces sucedió. Los intensos dorados de Luciel se plantaron frente a los orbes de Melissa, implacables. Casi parecía un engaño la forma en la que sus pupilas intimidaban, incluso a pesar de continuar ruborizado y mordiéndose el labio inferior. Seven tenía una dualidad que hacía que Melissa suspirara en voz alta.
El chico levantó la mano y paseó su pulgar por el labio inferior de la chica, lentamente. Melissa se estremecía solo con su tacto, y ahora que se paraba a pensarlo, era posible que hubiera ido demasiado lejos. Luciel se alejó de su boca para acariciarle la mandíbula, después bajo a su cuello y se quedó allí, haciendo movimientos circulares con su pulgar mientras observaba que era ella quién comenzaba a ponerse nerviosa. Sonrió con socarronería, deslizando sus dedos cada vez más y más cerca de sus senos desnudos.
¡Dios, Seven!
—¡E-Espera!
La mano de Seven se acopló a su pecho a la perfección, sus dedos se hundían en la piel ardiente de Melissa, que se había vuelto incapaz de mirarle a los ojos. La castaña se preguntaba donde había escondido su pudor, porque la miraba con deseo y no pensaba separarse de su piel ahora que había comenzado el juego.
—Mírame. —la imitó, aunque en un susurro—, vamos Mel, mírame.
Al ver que la chica no obedecía llevó su otra mano al pecho faltante, sin deshacerse de esa sonrisa que Melissa pretendía esquivar. Masajeó sus senos en una sincronización demasiado placentera para la fémina, que no pudo evitar gimotear, aún cuando se mordía los labios para impedir que salieran.
—Te dije que te pusieras algo. —Se incorporó, con ella a horcajadas sobre él—. Tú has querido esto.
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Me gusta que sean microcapítulos porque voy a ir pasito a pasito
SUAVE SUAVECITO
Dios... las que me conocéis sabéis que NUNCA escribo perversiones, el lemon no estaba hecho para mí. En ninguno de mis fics encontrais nada de eso, y ahora aquí... es que seven me trae loca seamos sinceros.
Y la idea de fanfic erótico que tengo para jumin JAJAJAJAJAJAJAJA ya sabeis
