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La nueva habitación de Melissa era más grande que la anterior. Quizás tenía que ver el hecho de que había dos camas en lugar de una, pues era una estancia compartida. Aún así, era más luminosa y alegre.
Y menos mal. El ambiente deprimente del hospital se sumaba a su complicada situación sentimental. Esperaba llevarse bien con la que sería su compañera. Ahora que no estaba sola en la habitación, Seven dejaría de pasar las veinticuatro horas del día allí, como si fuera una escolta.
—Para cualquier cosa que necesite, pulse el botón. —Recordó la enfermera con una sonrisa—. Y descanse.
—Acabo de estirar las piernas. —Bufó—. Me paso el día en la cama, ¿de verdad es eso bueno para los bebés?
—Que esté recuperando fuerzas es buena señal. Seguro que pronto toda esa energía podrá gastarla paseando o haciendo otro tipo de actividades. Tenga paciencia.
Saeyoung entró en la habitación cargado con la manta. La dejó sobre la silla que había en una esquina y se volvió para mirar a Melissa. Las enfermeras abandonaron la estancia antes de que Seven pudiera hacerles cualquier pregunta.
No había silencio, no porque los dos hablaran, sino porque el murmullo del gentío en el pasillo hacía ruido de fondo.
—¿No deberías sentarte un poco?
El vientre de la chica empezaba a mostrarse prominente. Estaba en la mitad octava semana de embarazo, uno múltiple con los genes de los Choi, que sin duda se hacían de notar.
—Quiero quedarme de pie. ¿Eso se considera hacer un esfuerzo?
—Supongo que no. —Respondió él, no muy convencido—. Aunque creo que no deberías. El camino no ha sido corto.
—¡Y que alegría! —Levantó los brazos—. Llevo sin usar las piernas desde que llegué aquí.
Una mujer abrió la puerta y entró en la sala caminando con lentitud. Su barriga, mucho más voluminosa que la de Melissa, denotaba que le quedaba poco tiempo para dar a luz.
—Me preguntaba quién estaría hablando así y no me cabía duda de que sería mi nueva compañera de cuarto. —dijo ella, dando pasos cortos u con una mano en el estómago hinchado—. ¡No sabes lo que te queda!
Saeyoung se acercó de inmediato, ofreciéndose a ayudar a la embarazada a volver a su cama.
—No te preocupes, estoy bien. Un poco... gigante. Pero bien.
Ninguno de los dos era capaz de despejar sus ojos de la hermosa figura de aquella mujer, ensalzada por la asombrosa curvatura de su vientre.
«Ojalá crezcan tanto» pensaron los dos. Sanos y fuertes, como su padre. Inteligentes y carismáticos, como su madre.
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Voy a intentar recuperar el ritmo que algún día tuve (😢) y actualizar más seguido. Muchos sabéis que no depende de mí, sino de la carga de trabajo que tenga en la universidad
¡Pero bueno! Esta semana de momento va bien, ¿eh? 🥰
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¡Dios, Seven! - Mystic Messenger
FanficSabía que vivir con él sería de todo menos normal. Melissa no estaba preparada para todo lo que iba a suponer vivir con un hacker que a veces parecía tener seis años de edad mental. •Mystic Messenger FanFiction• Seven/Luciel/Saeyoung MICROCAPÍTULOS...