¡Dios, Seven! - Mystic Messenger

CXI - Amor infinito [FINAL]

Sin duda, Melissa nunca imaginó que las cosas fueran a ser así. Planeó un noviazgo ideal, un embarazo perfecto y una boda inolvidable.

Y en realidad nada salió como quería. Salvo la boda inolvidable. Eso sí que había logrado cumplirlo.

Porque no importaba que la boda se hubiera tenido que retrasar un tiempo,  si llevaba el vestido más bonito o si conseguía un buen lugar al aire libre para la ceremonia.

Lo importante era que estaba uniendo su vida con la persona correcta.

Las cosas nunca habían sido fáciles con Seven. Empezando por su antiguo trabajo, su antigua familia y sus traumas pasados.

Ella tampoco había sido fácil. Su inseguridad y la necesidad de tener todos los aspectos de su vida controlados, la desconfianza y la incapacidad de avanzar.

Pero ahora todo eso tenía un color distinto. El color del progreso basado en el amor y la confianza.

Ahora que veía a sus dos pequeños avanzando con los anillos sobre un pequeño paño bordado, se le saltaban las lágrimas. ¿Había merecido la pena? Sí. Absolutamente todo. La felicidad y el dolor. Las lágrimas y la dicha.

Todo había sido por ese preciso momento. Los planetas, las estrellas brillantes como diamantes, los invitados. Cada cosa estaba en su lugar, como si de alguna forma hubiera encajado.

El intercambio de anillos no era mero simbolismo. Era una realidad. Melissa y Saeyoung estaban intercambiando amor, tiempo y un futuro en ese momento.

Antes de que el sacerdote pudiera decir las palabras mágicas Saeyoung le guiñó un ojo. Allí, delante de todos, pero al mismo tiempo asegurándose de que solamente ella podía recibir el mensaje, la retó a que le leyera los labios.

"Es un para siempre"

—

Puedes besar a la novia. —dijo el sacerdote.

Saeyoung y Melissa se fundieron en un beso que jamás olvidarían. No sería el primero, ni el último, pero sí el más especial.

Acto seguido abrazaron a sus dos hijos, compartiendo un abrazo que dejaría un recuerdo eterno en sus memorias.

Hola a todxs,

Esto va a ser muy repentino, estoy convencida. Pero mejor un final con cariño, que una historia sin terminar. Al menos, así es como veo las cosas. No quería quedarme con la espinita clavada de no terminar ¡Dios, Seven!

Aunque lo intentara con todas mis ganas, me faltaría espacio para daros las gracias por tanto amor, tantos comentarios, tanta interacción con la historia, tanta comprensión y tanta fidelidad.

Cómo muchos ya sabréis, empecé esta historia por estar frustrada con uno de los finales de Seven que no conseguía sacar —y a día de hoy sigo sin tener xD—y decidí que podría liberar a mi frustración realizando un fanfic donde pudiera fantasear alegremente con él sin obtener un bad ending que no busco.

Pero de pronto me encontré con una historia que creía que tenía potencial, que tenía buena recepción por parte de los lectores y que mucha gente esperaba con ansias, porque eran microcapítulos que les alegraban el dia, o simplemente les entretenían durante... ¿cinco minutos?

El caso es que en esta historia sucedió algo muy hermoso. De un proyecto cómico, surgió una verdadera comunidad, un entorno donde compartir una historia que iba cobrando vida por si sola, incluso si yo no lo pretendía. Ya no era solo comedia, era drama, vida cotidiana, sentimientos y, en esencia, dificultades y como los personajes se enfrentaban a ellas.

La historia no es perfecta, de eso soy consciente. Mis personajes no se comportan siempre de manera coherente, ni tienen una moral inquebrantable. Cometen errores, se comportan como idiotas y luego se arrepienten. ¡Pero es justamente eso lo que los hace entrañables! Y humanos.

Y eso me lo habéis hecho ver vosotrxs. Por eso estaré eternamente agradecida.

Sentía que necesitabais un final tanto como yo. Y esta historia es en base a microcapítulos, así que espero que os haya gustado el microfinal feliz.

Cómo siempre, estaré atenta de cualquier interacción, cualquier comentario o cualquier sugerencia porque para mí eso es lo que más importa ♡

Con amor y gratitud,

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