Sabía que vivir con él sería de todo menos normal.
Melissa no estaba preparada para todo lo que iba a suponer vivir con un hacker que a veces parecía tener seis años de edad mental.
•Mystic Messenger FanFiction•
Seven/Luciel/Saeyoung
MICROCAPÍTULOS...
Con una concentración máxima y el oído en posición, Saeyoung dictaminó un silencio sepulcral. Podía escuchar como la castaña contenía la respiración para no reírse, y eso solo dificultaba su tarea.
—¡Mel, no te rías!
La muchacha se llevó las manos a los labios y asintió con la cabeza. Saeyoung volvió a descender y se detuvo cuando hizo contacto con la ardiente piel de Melissa.
No escuchaba nada.
—¡No lo entiendo! ¿Por qué es tan silencioso?
—Quizás lo has asustado.
Seven se irguió de forma inesperada, manejando en su interior indignación y dudas.
—¡No digas eso! ¿Cómo va a asustarse de su padre?
Se cruzó de brazos, pensándolo detenidamente. ¿Podría ser? ¿Por eso no se movía?
—Vamos, Seven. —Le acarició los cabellos carmesíes—. Aún es demasiado pequeñito para hacer ruido.
—¿Cuánto tiene que crecer para que pueda darte la patada definitiva al estilo Street fighter?
—¿Eso pretendes enseñarle? —Le estrujó los mofletes—. Te arrancaré un pelo por cada patada.
Seven se separó de ella, con los pelos de punta y temiendo que cumpliera con su palabra.
—¡Loca, me dejarás calvo!
Melissa no podía asegurar que sus vidas fueran así de tranquilas para siempre. No podía asegurar que Seven fuera a ser un padre responsable, pero lo que sí veía claramente es que amaba al fruto que traía dentro, y siendo tan... tan él, no podía esperar a verle jugando con el niño o niña.
—No le des patadas a mami, ¿vale?
Verle hablándole con suavidad a su vientre era maravilloso.
—Bueno, unas pocas estarían bien.
Se acercó a su piel sin previo aviso y comenzó a hacerle cosquillas.
—¡Dios, Seven! ¡Ya, ya, ya por favor!
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