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Cocinando

May nunca fue muy buena en la cocina pero cuando se trataba de comida italiana la de ella era la mejor. Los pocos días que pasaban juntos siempre tenían una pequeña tradición y era ver películas y cocinar italiano los dos juntos, May hacia la mayor parte pero aun así Peter lo disfrutaba y aprendía el arte del italiano.

Desde muy temprano comenzó a llover pero empeoró cuando llego a la torre así que Peter esa noche se quedaba allí.

-Chico, no podemos pedir nada. Pero yo puedo preparar unos deliciosos cereales con fresca leche ¿Qué dices?

-Sr. Stark puedo cocinar yo si gusta.

Stark lo miro incrédulo

-¿En serio? Sabes que no voy a dejar que hagas eso, si casi quemas el laboratorio con químicos no puedo imaginarme lo que harás con fuego real.

-Vamos Sr. Stark solo fue una vez, ademas si quiere usted puede ir para que me supervise.

-Esta bien chico, pero tienes que ir a revisar si hay algo con lo que puedas cocinar, además ¿Qué vas a preparar niño?

-Usted no se preocupe, se que debe de haber algo que pueda utilizar y no le voy a decir que voy a preparar porque aun no se cuales son los ingredientes.

Al final el Sr. Stark lo dejo que preparara la cena pero él lo acompañaría después ya que no quería dejar incompleto los papeles que Pepper le mando, solo le faltaban algunos, así que en cuanto terminara iría a supervisar a que Peter no incendiara todo.

Peter llego a la cocina abrió el refrigerador y los estantes para revisar que podía hacer y tenia los ingredientes sufecientes para hacer unos deliciosos espaguetis a la carbonara, era una receta fácil y algo basica pero con lo que sabía era conciente que iban a quedar deliciosos, May todo el tiempo alaga sus dones con las pastas, ese es su fuerte.

Se puso manos a la obra, decidió hacer la reseta tradicional esa la que no lleva clara de huevo.

Comenzó a hacerlo y por un momento olvido lo que el Sr. Stark le dijo que iba a hacer y solo lo recordó hasta que termino de hacer la cena, así que antes de servir la fue por el Sr. Stark.

-Sr. Stark la cena ya esta lista, no se si le valla a gustar, espero y si en realidad soy muy bueno con las pastas.

Tony al escuchar la mención de las pastas solo pensó en que era un espagueti básico con tomate, pero cuando llego a la cocina y llego a su nariz ese delicioso olor el cual no solo hizo que su boca se volviera agua si no que también lo llevo a esas épocas en las que su madre le cocinaba cuando algo iba mal. Saco la tapa de la cacerola y ahí vio un delicioso espagueti a la carbonara, comida que hace mucho no probaba echa caseramente.

-WOOW, chico esto es genial. ¿Donde aprendiste a hacerlo?

-May me enseño, siempre que pasamos días juntos hacemos comida italiana yo aveces solo miro pero otras veces si ayudo ya incluso yo me encargo de algunas pastas a May en verdad le gusta mi sazón.

Se comenzaron a servir y cuando los plato ya estaban sobre la mesa por el elevador sale esta gran mujer imponente en un hermoso traje de oficina azul que quedaba muy bien con su imagen imponente.

-Huele muy bien. Oh, hola Peter supongo que te quedaras.

-Eehh si señorita Potts la lluvia es muy fuerte y puede que sea peligro hasta para mi.

-Pep sabias que el niño sabe cocinar italiano, aun no probamos el espagueti pero se ve muy bien, ¿Quieres comer con nosotros?

-Oh claro, si hay suficiente me encantaría probarla.

-Claro señorita Pots, deje le sirvo, usted sientese debe venir cansada, solo relajese.

Se volteo a ver a Tony y le dio un suave golpe en el hombro.

-¿Porqué no eres como el chico, tan educado y buen niño? Deberias aprender algo de él.- Peter se sonrojo pero aun así siguió sirviendo, cuando le parecio una buena cantidad decidió que ya le daria el plato a la señorita Potts.

Los tres se sentaron serca aunque la mesa tenia suficiente espacio, se sentían mas comodos así, hablaron de sus días y al probar los primero bocados los adultos felicitaron al niño por tan buena pasta y a partir de ese día aveces cocinaba para los tres, claro qie variaba algunas veces hasta lo acompaño con un buen postre e incluso mas de una vez se unió May haciendo que esa fria torre se sintiera como un hogar de verdad.