La tengo ahí delante de mí y lo único que deseo es tomarla de la cintura, darle la vuelta y besarla. Me muero por probar sus labios. Quiero perderme en ellos. Quiero que se le hinchen por mis besos. Me ha dejado descolocado que me tocara. Ha sido muy dulce. Ha hecho que todo mi cuerpo vibre con su toque. Sus manos tan delicadas, poniendo cuidado en no hacerme daño. Y su roce en su mejilla...Realmente estaba preocupada por mi. Creo que me gusta, y demasiado. Me está haciendo sentir cosas que hacía tiempo no sentía. Y todo en ella es tan real. Se sonroja cuando la miro. Eso tiene que significar algo. ¿Y si ella siente lo mismo que yo? Sería maravilloso. Hacía tiempo que no conocía a alguien que me hiciera sentir lo que me hace ella. Y sé que no lo finge. Hoy está guapísima con lo que lleva puesto. La verdad es que se ponga lo que se ponga está guapa. Todos los días.
Escucho la voz de Marco que se acerca. Me doy la vuelta y veo a Claudia apoyada en el marco de la puerta mirándome divertida. Algo ha visto. Sino, no sé porque se reiría. Mi amigo llega y besa a su mujer mientras coge a su hijo. Claudia camina hacia nosotros.
- Nos vamos a cenar a "La primera estación" –dice Claudia mientras Maya se da la vuelta también y los mira.
- Yo debería irme a mi casa –dice Maya. No, por dios, vente con nosotros, quiero estar más tiempo contigo.
- A ver guapa, que no es una sugerencia, es una orden, invita Marco -le dice ella con una sonrisa burlona en la cara
- Pues si invita él, entonces...
- ¡Claro como invita Marco! -le dice Marco a Maya mientras ella le saca la lengua.
- Venga, pues vamos. Marcos, ¿podría ir Maya contigo? Llevamos a los dos niños detrás en el coche y es incómodo el asiento del medio -me dice ella con total naturalidad como si no me hubiera dado cuenta de lo que está haciendo. La conozco perfectamente y sé cuándo trama algo.
- Claro, sin problema, ¿vamos? –me giro mirándola. Maya me mira también y se muerde los labios. Asiente y va a buscar a María para irnos. Ella la coge de la mano y cuando llega hasta donde estoy yo, me coge a mí de la otra mano.
Llegamos al aparcamiento hablando del partido. Marco está eufórico. Llevaba varios partidos sin marcar y ya empezaba a estar preocupado. Todos tenemos malas rachas, y él es demasiado bueno y por eso se agobia tanto. El ser el último ganador del Balón de Oro pesa bastante, y ahora todo el mundo lo mira con lupa. El fútbol es así de injusto. Tienes que ser bueno siempre.
María y Maya están cantando canciones mientras no paran de reír. Claudia me mira divertida y se encoge de hombros. Mi coche está un poco más lejos del de ellos. Nos despedimos y quedamos en vernos en el restaurante. Maya y yo caminamos en silencio. Me alegro tanto de que venga. Tengo ganas de hablar más con ella, de conocerla mejor. Averiguar si lo que estoy empezando a sentir por ella es real.
- Has jugado muy bien –me dice mientras se abraza a su chaqueta. Tiene frío. Me gustaría abrazarla para que se le quitara.
- Gracias. Estaba un poco nervioso. Por debutar...
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No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)
RomanceMarcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor. Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...